Karlsruhe – la ciudad abanico
En la serie de deutschland.de “Mi ciudad”, alcaldes de ciudades dan consejos e información de primera mano. Parte 27: el Dr. Frank Mentrup, primer alcalde de Karlsruhe.
Sr. Mentrup, ¿qué caracteriza a su ciudad?
Un castillo en el centro desde el cual irradian todas las calles en forma de abanico. Según dice la leyenda, así imaginó su residencia en un sueño el margrave Carlos Guillermo de Baden-Durlach, el fundador de nuestra ciudad hace 300 años. En medio del bosque Hardtwald colocó el 17 de junio de 1715 la piedra fundamental para hacer realidad su sueño. Hoy, tres siglos después de la fundación de la ciudad, Karlsruhe es conocida no solo como "el centro de la justicia", ya que es sede de los tribunales superiores de la República Federal de Alemania. También en materia de investigación y tecnología, la ciudad ocupa puestos de liderazgo tanto en Alemania como en Europa. La ciudad es el centro de la Región Tecnológica Karlsruhe, una alianza estratégica de ciudades y distritos a ambos lados del Rin, con el fin de aunar esfuerzos a fin de poder competir mejor con otras regiones. Con el Zentrum für Kunst und Medientechnologie, la Staatliche Kunsthalle, el Badisches Landesmuseum y el Badisches Staatstheater, así como los muchos teatros, salas de conciertos, festivales, exposiciones y galerías, contamos con una oferta de arte y cultura muy atractiva, en una vivaz ciudad con numerosos espacios verdes y bellos barrios.
¿Qué ve cuando mira a través de la ventana de su oficina?
Desde la ventana de mi oficina puedo ver la Plaza del Mercado de Karlsruhe, que por el momento está aún en obras por la construcción del túnel del metro, debajo de nuestra principal calle comercial. Pero también puedo contemplar una extraordinaria obra de arte: "Pulled by the Roots" del artista argentino Leandro Erlich, consistente en una casa cuyo diseño está inspirado en un histórico edificio de Friedrich Weinbrenner, que parece arrancada de la tierra junto con sus cimientos y cuelga hoy de una gran grúa por encima de la Plaza del Mercado. Esta casa forma parte de la exposición "La ciudad es la estrella – El arte en obras", uno de los eventos más destacados del festival de verano de 15 semanas, con motivo del 300º aniversario de la fundación de la ciudad de Karlsruhe.
¿Cuál es su lugar preferido en la ciudad?
Cuando el tiempo me lo permite, lo cual por desgracia sucede raramente, me gusta relajarme en el jardín de mi casa.
¿A qué personalidad de su ciudad estima usted más?
En el 300º aniversario de la ciudad pienso de forma espontánea en nuestro fundador, el margrave Carlos Guillermo, porque en 1715 sentó las bases no solo de su castillo, sino también de una ciudad cosmopolita y liberal. Karlsruhe es una ciudad internacional desde su fundación hace 300 años. Ya en septiembre de 1715 Carlos Guillermo publicó la llamada carta de privilegios y la divulgó mucho más allá de las fronteras. A quienes querían establecerse en Karlsruhe les aseguraba libertades muy amplias para su época y facilidades comerciales. Gente de toda Europa llegó entonces a Karlsruhe. Personas que querían desarrollar algo nuevo, que aportaron las ideas y los ideales que traían. El resultado es de una comunidad próspera. Esta orientación internacional de la ciudad de Karlsruhe, acompañada de un clima abierto y tolerante, es desde entonces parte del ADN de esta ciudad diseñada forma de abanico.
¿Qué lugar le mostraría a un visitante?
Actualmente propondría a los visitantes de nuestra ciudad una visita guiada a obras públicas. La construcción de nuestro túnel para el metro, con la enorme excavadora "Giulia", es un impactante ejemplo de alta capacidad ingenieril.
¿Cómo puede conocerse mejor a los habitantes de su ciudad?
La mejor manera de conocer a los habitantes de Karlsruhe es en una de las numerosas fiestas en clubes y barrios, durante un partido de local del Karlsruher SC en el Wildparkstadion, o en los muchos otros eventos deportivos y culturales. En particular en “Das Fest“, una de las más grandes fiestas populares al aire libre de Alemania, que se celebra en el parque Günther-Klotz-Anlage, en el suroeste de la ciudad, y a la que acuden a finales de julio de cada año cientos de miles de personas.
¿Dónde le gusta pasar sus vacaciones?
No importa si en la playa o en la montaña, el lugar es en realidad lo de menos. Consigo relajarme muy bien pasando las vacaciones en compañía de mi familia, de mi esposa y de nuestros cuatro hijos adultos. Me permite realmente recargar las pilas.