Ruta Alemana del Reloj
La serie "Entdecke.de" invita a recorrer los sitios más bellos de Alemania. Esta vez, la "Ruta del reloj alemán", en la Selva Negra, conocida por los relojes de cuco.
Estresados coetáneos suelen quejarse de que su vida está dominada por el reloj. Para muchos habitantes de la ciudad de Triberg en Baden-Württemberg, esto es literalmente real. Con el telón de fondo del bello paisaje de la Selva Negra, especialistas producen en tradicionales talleres una manufactura alemana demandada en todo el mundo: el reloj de cuco.
Se cuenta que en Schönwald, un pintoresco pueblo en las colinas del Bosque Negro, Franz Ketterer creó en 1737 el primer reloj cucú del mundo. Aquí también se encuentra la fábrica de relojes August Schwer, una empresa familiar fundada en 1885. Además de Triberg y Schönwald hay otros "nidos de cuco" en la Ruta Alemana del Reloj, que se extiende desde la Selva Negra Central pasando por la Selva Negra Meridional hasta el paisaje natural de Beer y ofrece muchas atracciones en torno al reloj.
Récord con un reloj cucú de 4,5 metros.
Ewald y Ralf Eble, maestros relojeros de Schonach, han demostrado sus habilidades construyendo el reloj de cuco más grande del mundo. El reloj tiene 60 veces el tamaño de un reloj normal, mide 4,50 metros de largo y pesa 150 kilos. El Museo del Reloj Alemán en Furtwangen exhibe además la mayor colección de relojes de Alemania. En el monasterio de St. Märgen se ilustra la incursión de los relojeros de la Selva Negra en el extranjero. El reloj que parece una estación de tren estilizada con anuncio de la hora a través de un pájaro es muy popular sobre todo en Norteamérica y Asia. El museo "ErfinderZeiten" en Schramberg, está dedicado a la famosa fábrica de relojes Junghans Schramberger.
Para los compradores interesados en relojes, la "Verein die Schwarzwalduhr" ha introducido un certificado de autenticidad que garantiza el origen de los relojes. Y también los artistas han descubierto las virtudes del reloj de cuco: el artista Stefan Strumbel, de Offenburg, diseña versiones abstractas del reloj, poniendo así en tela de juicio el concepto de patria. Pero también hay cambios en el apacible mundo del reloj cucú. Relojeros como Christophe Herr e Ingo Haas, de Manufaktur Rombach & Haas en Triberg, diseñan ya relojes cucú con forma de pirámide, en colores brillantes, como rombo minimalista o con cornamenta en vez de cuco.