La mayor sala de redacción de Europa
¿Cómo informa la Deutsche Presse-Agentur de noticias fiables, a pesar de la pandemia del coronavirus? El jefe de prensa Homburger te lo explica.
En la mayor sala de redacción de Europa reina el silencio. En la oficina de 4.000 metros cuadrados de la Deutsche Presse-Agentur (dpa), con sede en Berlín, trabajan normalmente 250 empleados. Se pasan las nuevas informaciones a través de sus pantallas, se sientan alrededor de grandes mesas, discuten las últimas indagaciones o debaten temas. Debido a la pandemia del coronavirus, ahora todo es diferente. A veces, solo el jefe de prensa Froben Homburger mantiene la posición aquí junto con el redactor jefe Sven Gösmann y tres empleados. En una entrevista, Froben Homburger explica cómo dpa sigue proporcionando a sus clientes alemanes e internacionales noticias fiables.
Sr. Homburger, ¿cómo funciona la dpa?
La agencia alemana de prensa es una de las principales agencias de noticias del mundo, que suministra textos, fotos, vídeos, gráficos y reportajes radiofónicos a medios de comunicación, empresas y organizaciones. Informamos las veinticuatro horas del día en siete idiomas sobre todos los acontecimientos, eventos y temas imaginables de la política, los negocios, el deporte, la cultura, la ciencia y la sociedad: desde un accidente de tráfico en un pequeño pueblo del norte de Alemania hasta el golpe militar en Myanmar y las principales crisis mundiales de nuestro tiempo. En total, más de 1000 periodistas trabajan para dpa desde unos 150 lugares dentro y fuera de Alemania. La sede principal en Berlín es con sus 4.000 metros cuadrados la mayor sala de redacción de Europa.
¿Cómo era su rutina diaria de trabajo en la redacción antes de la pandemia del coronavirus, y cómo ha cambiado?
La sede central de dpa en Berlín cuenta con más de 370 empleados, de los cuales hasta 250 trabajan al mismo tiempo en tiempos normales en la sala de redacción. En este momento hay menos de dos docenas, y llegó a haber aquí solo 5 personas trabajando (el editor en jefe, el jefe de prensa y tres empleados). Esto ha cambiado mucho, por supuesto. Todo el ajetreo de una oficina abierta, toda la energía, toda la comunicación, las llamadas urgentes, las coordinaciones de última hora, las pequeñas y grandes conferencias... todo eso se ha trasladado por completo a los servicios de mensajería instantánea y a la comunicación por vídeo. Y lo más sorprendente es que, en general, todo funciona de forma excelente.
¿Cómo se responde a las situaciones informativas complejas y a las crisis mundiales con el teletrabajo?
Por ejemplo, en tiempos normales, gestionamos las grandes situaciones informativas, como atentados terroristas, accidentes aéreos o catástrofes naturales, a través de la llamada "Top-Desk" ubicada en el centro de la salsa de redacción. Una buena docena de personas se sientan a una gran mesa, con funciones definidas: un Desk-Manager como organizador principal de toda la operación, un Text-Slot para el control de los contenidos, un Visual Slot para las operaciones de foto y vídeo, un especialista para el seguimiento de las redes sociales, una unidad de verificación para la comprobaciones rápidas de imágenes, vídeos, afirmaciones, un coordinador de Live-Tickers, un Breaking-News-Desker para la redacción de noticias de actualidad, y un comunicador que mantiene a los clientes al día de todos los pasos de la investigación periodística en un canal especial de información.
Nunca hubiera pensado que esta compleja estructura de organización para situaciones extraordinarias podría funcionar también fuera de la sala de redacción de Berlín. Pero es posible: la mesa se sustituye por reuniones virtuales permanentes en zoom, donde se comunican las unidades de Top-Desk por teletrabajo. La comunicación es apoyada por Slack-Channels abiertos y cerrados para la coordinación. Y tanto si se trata de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, como del atentado terrorista en Viena o de los disturbios en Tréveris: la mesa digital ha estado hasta ahora casi a la altura de la analógica.
Actualmente suele ser difícil que sus colegas estén en el lugar de los hechos y verifiquen la información de inmediato. ¿Cómo se puede seguir informando así de forma fiable?
Incluso en tiempos de confinamiento, la investigación periodística funciona en general sin mayores restricciones y, en caso de duda, simplemente basta una llamada telefónica. E incluso antes del coronavirus, la verificación era principalmente un trabajo de oficina a muy pequeña escala con evaluación de documentos, análisis de datos e intercambio de correos electrónicos. Pero lo que falta en algunos lugares, por supuesto, es la aguda mirada del reportero sobre el terreno, la conversación directa con testigos presenciales, pero también el enigmático y confidencial intercambio en una atmósfera protegida con las fuentes de información que - no del todo sin razón - desconfían de la comunicación digital.
¿Cómo se mantienen en contacto los cerca de 1.000 periodistas de dpa en más de 150 lugares del mundo?
Puede sonar extraño, pero creo que el personal de dpa se ha unido mucho más durante la crisis y ha crecido la confianza mutua. A ello contribuyeron también proyectos como la "sala de estar de dpa", un formato de vídeo de diversos elementos, en el que empleados de todo el mundo daban una visión muy personal de su vida y su trabajo en tiempos del coronavirus. Muchos otros eventos sociales a través de Zoom también han contribuido a que colegas, que antes tenían contacto a lo sumo por correo, se vean y hablen directamente.
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