El genial inventor Artur Fischer
Artur Fischer es uno de los más productivos inventores del mundo. Con un pequeño elemento de plástico revolucionó el sector de la construcción y el bricolaje.
Un pequeño invento revolucionó todo un sector económico. Nos referimos al taco de plástico de Artur Fischer. Probablemente no exista hoy ninguna pared en el mundo en la que no haya un taco de ese inventor alemán. Ya en 1958 sacó Fischer al mercado el taco de expansión de poliamida, revolucionando así el sector de la construcción y el bricolaje. Los tacos son uno de los elementos de construcción más utilizados en todo el mundo. De ellos han sido producidos miles de millones en la fábrica Fischer en Waldachtal, Baden-Wurtemberg. Y transformaron a Fischer en millonario.
Un inventor legendario
Su fuente de inspiración fue, sin embargo, otra. Fischer, nacido en 1919, siempre quiso hallar soluciones para problemas. Lo logró por primera vez en 1949, al inventar el flash sincronizado para aparatos fotográficos. Con ese invento fundó su propia empresa en la Selva Negra. Le siguieron una serie de otras patentes: desde portabotellas, porta CD y guanteras para autos hasta respiraderos de aire acondicionado. Fischer registró en total más de 1.100 patentes y diseños. El grupo Fischer, que desde hace tiempo no solo produce tacos, registra 20 veces más patentes por empleado que el promedio de la industria alemana. El Parlamento Europeo galardonó a Fischer en 2014 por su ingenio y obra de vida. Fischer, hoy de 95 años, visita casi todos los días su fábrica y tiene una oficina en el centro de desarrollo de la empresa. El premio lo enojó un poco: su obra de vida aún no ha terminado, dice.
“Bau”, feria líder mundial en arquitectura, materiales y sistemas, del 19 al 24 de enero de 2015 en Múnich.