Proteger los océanos con IA
Desactivar municiones de las guerras mundiales o analizar las profundidades marinas: la inteligencia artificial facilita la exploración de los océanos y ayuda a protegerlos.
Explorando las profundidades marinas con IA
Oscuridad, frío y una presión enorme: gran parte de las profundidades marinas sigue inexplorada debido a sus condiciones extremas. Sin embargo, el mayor ecosistema de nuestro planeta está cada vez más amenazado por intereses económicos: recursos como los nódulos de hierro y manganeso hacen de las profundidades marinas una potencial zona minera. Por ello, el Centro Helmholtz GEOMAR para la Investigación Oceánica de Kiel trabaja en la clasificación automática de los fondos marinos profundos con la ayuda de la IA: los mapas servirán de base para la designación ecológicamente responsable de licencias mineras y zonas protegidas. Junto con investigadores internacionales, GEOMAR también está utilizando una cámara remolcada y un robot submarino para explorar los hábitats de las profundidades marinas, por ejemplo para descubrir nuevas especies y comprender mejor la red trófica del océano.
Recuperación segura de municiones con IA
Los robots del Centro Alemán de Investigación en Inteligencia Artificial (DFKI en sus siglas en alemán) están ayudando a recuperar bombas de relojería que reposan sobre los fondos marinos del mar del Norte y del Báltico. El proyecto CleanSeas del DFKI se dedica a una tarea urgente: más de un millón de toneladas de municiones de las dos guerras mundiales yacen en aguas del norte de Europa. Estos residuos contaminados por el óxido liberan sustancias tóxicas al medio ambiente y pueden incluso detonar de forma incontrolada. En el futuro, los sistemas robóticos detectarán de forma autónoma las municiones bajo el agua y las prepararán para su retirada.
Análisis del hielo marino con IA
La sede de Neustrelitz del Centro Aeroespacial Alemán (DLR en sus siglas en alemán) también se centra en el tema de la seguridad, con especial atención al hielo marino. El viento o las corrientes pueden empujarlo y, por tanto, es peligroso para la navegación en aguas polares. En el futuro, una AI generará los mapas de hielo, que actualmente se dibujan a mano, utilizando imágenes de satélite. Para entrenarse, recibe datos sobre distintas clases de hielo marino, que se manifiestan en estructuras diferentes.