Personas que hacen del mundo un lugar mejor
Luchan contra la moda rápida y por la convivencia social: Te presentamos a personas que abren nuevas perspectivas con sus ideas.
Declara la guerra a la moda rápida: Robin Balser. Con su start-up Vinokilo quiere el fundador revolucionar la industria textil europea.
Lo que empezó en un piso de estudiantes se convirtió rápidamente en el mayor evento pop-up de ropa vintage y de segunda mano de Europa. En 2016, Robin Balser, un estudiante de Mainz, creo Vinokilo en su propio apartamento. Su idea era vender ropa de segunda mano a un precio por kilo. Antes, él mismo había recogido las piezas en una empresa de reciclaje de ropa usada. "Empezamos en 2016 con la misión de crear una alternativa a la moda rápida con ropa de segunda mano", dice Balser. El concepto se disparó.
Vinokilo organiza ahora eventos de compra en toda Europa. El secreto de su éxito: ropa vintage muy bonita a precio por kilo, además de DJ, artistas, comida deliciosa y, por supuesto, vino. "En nuestros eventos, los invitados reciben piezas únicas de los años 1960 a los 1990", explica el fundador. Desde el coronavirus, la empresa cuenta también con una tienda online en la que los clientes pueden comprar artículos de segunda mano los 365 días del año. Con su concepto, Robin Blaser ha rescatado hasta ahora más de 420 toneladas de ropa.
Es modelo, empresaria y "greenfluencer": la brasileña Domitila Barros quiere hacer del mundo un lugar más justo y sostenible.
A los 15 años, Domitila Barros se subió por primera vez a un gran escenario. De niña, Barros había participado activamente en el proyecto para niños de la calle CAMM, que sus padres fundaron en 1984. A los 13 años, Domitila Barros ya ayudaba en CAMM e incluso desarrolló un método lúdico para enseñar a leer y escribir con teatro y danza. "En algún momento, llamé la atención de la UNESCO", cuenta Barros. En el año 2000, la organización seleccionó a la joven brasileña para el programa Millenium Dreamers. Como uno de los 1.999 jóvenes de todo el mundo, Barros contó su vida a los representantes de las Naciones Unidas. "Empecé a darme cuenta de que podía aportar algo", señala la brasileña. Barros se ha propuesto llevar sus experiencias por el mundo y utilizarlas para algo más grande. "Así consigo ofrecer perspectivas a los niños de mi antiguo barrio".
Mientras tanto, esta berlinesa por adopción de 36 años trabaja como consultora, empresaria social, modelo y actriz. "Viajo por toda Alemania hablando sobre justicia social, educación y mi propia historia, que empezó en una favela brasileña", comenta Barros. En 2017, también fundó la empresa de moda justa "She is from the jungle", una marca de moda y joyería que evita el oro porque para su extracción se suelen utilizar productos químicos tóxicos. "En mi empresa empleo a mujeres de mi antiguo barrio que no tendrían perspectivas sin nuestra cooperación", indica Barros. La empresa ofrece a estas mujeres condiciones de trabajo justas, reconocimiento, independencia y, a veces protección contra la violencia doméstica, concluye Barros.