Fundamentos de la protección del clima
Leer, escribir, calcular... y los fundamentos de la protección del clima. Los niños aprenden a ahorrar energía jugando.
Los jardines de infancia y los colegios también son un buen lugar para aprender los fundamentos de la protección del clima. Tres proyectos financiados por el Ministerio alemán de Medio Ambiente muestran cómo funciona esto.
"Clever fürs Klima" en el distrito de Kassel
© Energie 2000
En 2018, el proyecto "Clever fürs Klima", desarrollado por la agencia energética Energie 2000, se puso en marcha en jardines de infancia y colegios. El objetivo: el consumo de energía en las instalaciones debe ser cada año al menos un diez por ciento menor que en el periodo comparable de 2016 a 2018. "Además del asesoramiento sobre el consumo de energía, la labor educativa es muy importante", afirma el director general de Energie2000, Manfred Schaub. "Esto también lleva el tema de la protección del clima a los hogares de los padres".
"Halbe-Halbe" en colegios de Leipzig
Más de 30 centros escolares, desde escuelas primarias hasta institutos, participan en el modelo " Halbe-Halbe". Reciben una bonificación que equivale a la mitad de los costes energéticos ahorrados. "Por ejemplo, en el curso 2018/2019, los costes energéticos ahorrados fueron de 40.000 euros para 14 colegios en ese momento", señala Paul Schreckenbach, responsable del proyecto. Recientemente, la valoración fue más difícil debido a la pandemia del coronavirus: "En parte, las escuelas estaban cerradas, por otro lado, el consumo de agua y calor era mayor en las horas de clase debido a que se lavaban las manos con más frecuencia y se aumentaba la ventilación".
Sostenibilidad en la Fundación SozDia de Berlín
La fundación Stiftung SozDia gestiona centros de atención a niños, jóvenes y familias en Berlín. La sostenibilidad ocupa un lugar destacado en la agenda. Entre las señales visibles se encuentran las bicicletas de carga o los vehículos electrónicos, pero también pegatinas como "Apaga la luz" y "Cierra las ventanas" en las instalaciones. También se trata de "sensibilizar a los niños y jóvenes sobre los efectos de su comportamiento, por ejemplo, a la hora de hacer la compra", dice el responsable de protección del clima, Benjamin Domke. Su colega Marc Tschirley subraya, sin embargo, que no hay que "moralizar, porque entonces ya nadie te hace caso".
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