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Las galletas Leibniz cumplen años

Hermann Bahlsen revolucionó el mundo de los productos de bollería con sus galletas Leibniz. En 2016 la galleta celebra su 125º aniversario.

28.01.2016
© Bahlsen GmbH & Co. KG - Leibnizkeks

Es de color marrón dorado, rectangular, crujiente y tiene un marco distintivo con sus 52 "dientes". En 2016 la galleta Leibniz cumple 125 años. Que su galleta llegaría ser tan mundialmente famosa difícilmente lo hubiera podido imaginar Hermann Bahlsen en 1891. La idea de esa galleta la desarrolló este comerciante después de una estancia en el Reino Unido, donde conoció y se enamoró de los "cakes" ingleses. Cuando volvió a Alemania fundó en 1889 la "Hannoversche Cakesfabrik".

"Ka-kes“ se transformó en "Keks"

Por entonces ya se vendían galletas en Alemania, pero con la invención de las "Leibniz Cakes", envasadas en bolsas para consumir por el camino, Bahlsen logró una verdadera innovación. Por eso, en 1898 el eslogan de las galletas de mantequilla era: "¿Qué come la gente por el camino?" ¡Naturalmente Leibniz Cakes!" Para el nombre, Bahlsen se inspiró en un ciudadano ilustre de Hanover: el filósofo y matemático Gottfried Wilhelm Leibniz. En vista de la pronunciación incorrecta de la palabra "Cakes" ("Ka-kes“), Bahlsen la sustituyó por "Keks", que rápidamente se adoptó en el vocabulario alemán.

Aunque a lo largo de los años la empresa se fue adaptando a los cambiantes hábitos de consumo de los clientes y amplió su gama de productos hasta incluir muchos otros bollos y pasteles, la gallete Leibniz sigue siendo el referente de este gigante alemán de las galletas, lo cual se puede comprobar de forma visible en la placa de 20 kilogramos de latón enchapado en oro que adorna la fachada de la sede central en Hannover. En 2013 la galleta dorada fue robada por desconocidos. Después de que Bahlsen prometió donar 52.000 paquetes de galletas a 52 instituciones sociales, la placa de oro reapareció. Hasta la fecha no existen pistas del culpable.

Tan solo en 2014 la fábrica de galletas produjo 132.000 toneladas de galletas y pasteles y generó una facturación de 515 millones de euros. De esto modo Bahlsen sigue siendo el número uno en el mercado alemán de galletas. Pero para Werner Michael Bahlsen, nieto del fundador y actual director de la empresa, esto no es suficiente. "En Alemania contamos con una posición fuerte, pero en países árabes o asiáticos todavía tenemos gran potencial de crecimiento." Especialmente en China son elevadas las expectativas. Allí los rellenos de fruta son más populares que los de chocolate o caramelo. Solo hay algo que no se vende bien en China: el chocolate negro.

www.bahlsen.de
www.leibniz.de

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