Contra el hambre y la opresión
Alemania sigue apoyando a la sociedad civil de Afganistán, con especial atención en las mujeres del país.
Tras la toma del poder por los talibanes en agosto de 2021, Alemania suspendió su cooperación con Afganistán. Sin embargo, la población del país sigue recibiendo ayuda. La ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, afirma: "Nos centramos especialmente en el apoyo a mujeres y niñas, porque nadie sufre más la situación actual que ellas".
En octubre, Alemania lanzó el Programa Federal de Acogida. Su objetivo principal es favorecer a las mujeres que están en peligro por su compromiso con los derechos humanos y de la mujer y quieren salir de Afganistán. Se les apoya para que abandonen el país. Las mujeres y los hombres amenazados por su orientación sexual, su identidad de género o su religión también pueden recibir acogida en Alemania.
Alemania ya vuelve a prestar ayuda de emergencia en Afganistán, porque que la situación humanitaria se ha deteriorado enormemente. Más de dos tercios de los aproximadamente 32 millones de habitantes de Afganistán están amenazados por el hambre. Especialmente en las zonas rurales, la necesidad es grande. Sequías de varios años apenas han permitido cosechar, y el aumento de los precios del petróleo, el trigo y otros alimentos básicos en todo el mundo también se percibe en Afganistán. Además, a las mujeres sólo se les permite trabajar en unas pocas profesiones. Por eso, muchas ya no pueden contribuir a los ingresos familiares.
Este año, Deutsche Welthungerhilfe ha distribuido paquetes de alimentos a 12.500 familias afganas. Un proyecto de ayuda a largo plazo de la organización es continuado por las mujeres afganas en gestión propia. En la provincia occidental afgana de Herat, una cooperativa produce con éxito azafrán. Las mujeres pueden aprender a cultivar la valiosa especia y luego cultivar bulbos de azafrán en sus propios campos o jardines. De este modo, ganan dinero aunque no puedan salir de casa.
World Vision también sigue activa en Afganistán. "En vista de las necesidades, no debemos dejar sola a la gente ahora", señala Ekkehard Forberg, de World Vision. Entre otras actividades, la organización cristiana de ayuda capacita a matronas. Los talibanes toleran el proyecto y permiten que las parteras sigan trabajando. Para las mujeres afganas, esto es esencial para la supervivencia, porque al igual que la mortalidad infantil, la mortalidad materna también es elevada en Afganistán. Por ello, las parteras capacitadas con ayuda alemana pueden salvar muchas vidas.
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