Las matemáticas en la noche electoral
¿Cómo es tenido en cuenta mi voto en el resultado de las elecciones para el Bundestag? Dieter Sarreither, presidente de la Comisión Electoral Federal, nos lo explica.
Alemania. ¿Qué sensaciones asocio con el domingo de las elecciones, el 24 de septiembre de 2017? Entre otras, naturalmente, una considerable tensión. Como presidente de la Comisión Electoral Federal soy responsable de la correcta realización de las elecciones para el Bundestag del 2017. Ese día solo tenemos una opción. Pero, naturalmente, desde hace semanas nos preparamos para que todo salga bien y ya en la misma noche de las elecciones podamos dar a conocer el resultado provisional. Eso es lo más importante y lo que esperan tanto los ciudadanos como los medios de comunicación. Para eso trabajan unas 200 personas en dos centros de cómputo, uno en Wiesbaden y el otro en Berlín.
Estudié matemáticas, pero para poder calcular el resultado de las elecciones no se necesitan matemáticas superiores. Alcanza con sumar, restar, multiplicar y dividir. Lo que hace todo algo más complicado son las reglas acerca de qué debe ser multiplicado o dividido, cuándo tomamos el mínimo y cuándo el máximo. Hemos instalado el algoritmo prescrito por la ley en un programa de cálculo electoral y la noche de las elecciones calcularemos todo nuevamente en forma paralela utilizando herramientas propias. Debemos asegurar que los resultados reflejen correctamente nuestro sistema de derecho electoral. Para eso, en las últimas semanas hemos simulado un escenario detallado de las elecciones sobre la base de cifras ficticias, incluyendo escaños compensatorios, distribución de escaños y diferentes participaciones electorales. Pero quién va a ganar, naturalmente, no lo sé. No hacemos cálculos visionarios. Todo es posible.
La noche de las elecciones, luego de que sean contados los votos habrá una cadena de comunicación claramente estructurada: los presidentes de mesas de votación comunicarán sus resultados a los directores electorales distritales; estos, a su vez, a los directores electorales de los correspondientes estados federados y al final yo recibo los resultados de los 299 distritos electorales escrutados.
Los resultados son transmitidos por teléfono o a través de redes cifradas, es decir, protegidos contra ataques de “hackers”. Luego viene la parte más de interesante: la distribución de escaños. Ya tempranamente está claro quién ha ganado como candidato directo en su respectiva circunscripción electoral, a través del primer voto. Pero más decisivos son los segundos votos, que determinan las proporciones y el porcentaje de escaños que corresponden a cada partido en el Bundestag. No bien tengamos todas las cifras podremos decir qué número de escaños ha obtenido cada partido con qué listas regionales y qué candidatos fueron elegidos para ser diputados del Bundestag, por lo menos, en forma de resultado provisional.
No creer en noticias falsas
Los ciudadanos ya están sensibilizados en relación con las noticias falsas en internet y un eventual “hackeo” de páginas de noticias. Llamamos a no creer a ciegas en determinada supuesta información, como, por ejemplo, que una mesa electoral ya ha cerrado, sino cerciorarse uno mismo. El conteo de los votos es público y transparente; unívoco, debido a que se hace una cruz sobre un papel, y protegido así de manipulaciones.
Unos 14 días después de las elecciones, la Comisión Electoral Federal se reúne nuevamente y, sobre la base de las actas de la noche electoral, determina el resultado definitivo de las elecciones. Una vez que lo hemos logrado, les llega el turno a los políticos. El Bundestag debe realizar su sesión constitutiva y comienzan tiempos de estrés para los políticos. Pero eso lo observo desde lejos, ya no es parte de mi trabajo.
Entrevista: Sarah Kanning