Educación en Italia
“Tenemos que alcanzar los mismo objetivos”: La ministra de educación italiana Stefania Giannini sobre la cooperación con Alemania en materia de formación profesional.

En mayo de 2016, usted y su homóloga Johanna Wanka prolongaron otros tres años el memorándum germano-italiano para la cooperación en materia de formación profesional. ¿Por qué es un éxito esta cooperación?
Alemania cuenta con una larga tradición en la formación profesional y establece estándares para una política eficiente. Es un valioso socio con el que podemos desarrollar posibilidades para la movilidad y el intercambio dentro del marco europeo. La cooperación ha permitido a expertos de ambos países crear conjuntamente conexiones estables entre la escuela y la práctica. Por supuesto, existen diferencias entre el sistema educativo y el mercado laboral alemanes e italianos. Somos conscientes de que no podemos adoptar por completo el sistema dual, pero creemos que tenemos que alcanzar los mismos objetivos, en concreto, garantizar que los estudiantes puedan adquirir nuevas competencias en la escuela y la práctica mediante alianzas educativas con empresas. El proyecto DESI (Dual Education System Italy) es un buen ejemplo. Ducati y Lamborghini participan en un amplio programa e integran a los practicantes en la organización y cultura de la empresa.
El desempleo juvenil es un gran problema en muchos países europeos. ¿Es un mejor sistema educativo la solución?
La formación profesional y la experiencia práctica ayudan a salvar la discrepancia entre la oferta y la demanda de determinadas capacidades en el mercado laboral. Las evoluciones erróneas tanto en el mercado laboral como en el sistema educativo aumentan el desempleo juvenil y causan costes a las personas, las empresas y las economías nacionales. Una formación profesional efectiva es la vía correcta para dotar a los empleados de las capacidades adecuadas y ponerlos en contacto con empleadores. Italia ha dado muchos pasos en esta dirección. La reforma escolar ha allanado el camino y la reforma constitucional, que se votará en octubre de 2016 por referéndum, son cambios importantes. Proponemos que el sistema educativo, del que hasta ahora eran responsables las regiones, sea definido en sus rasgos fundamentales a nivel nacional. Es hora de despedirse de una variedad de 21 sistemas si queremos obtener resultados a nivel nacional y europeo.
En su opinión, la formación profesional contribuye también de forma importante a la cohesión europea. ¿De qué modo?
La formación profesional fomenta indirectamente la inclusión social, la integración y la movilidad. Sienta las bases necesarias para luchar contra la pobreza reforzando las habilidades personales. El desempleo juvenil y el escaso crecimiento son fantasmas que plagan Europa y, con frecuencia, generan inseguridad acerca del proceso de integración europea. La clase política europea quiere invertir esta evolución invirtiendo en educación.
¿Cuáles son los objetivos de la cooperación germano-italiana para los próximos tres años?
En 2015, pusimos en marcha seis proyectos para conectar la escuela y la práctica de acuerdo con un modelo que hemos desarrollado en el marco de nuestra colaboración. Con estos proyectos, involucramos a 2500 estudiantes y a más de 100 pequeñas y medianas empresas. Pero este es solo un ejemplo de lo que hemos conseguido conjuntamente. En los próximos tres años, queremos hacer posible una mayor movilidad e intercambio entre los estudiantes, profesores y empleadores. Queremos abrir canales de comunicación entre Italia y Alemania para plasmar nuestras distintas impresiones. Además, Alemania e Italia desarrollarán nuevos planes de estudio, teniendo en cuenta, sobre todo, el papel de las empresas. Además, queremos establecer los criterios para certificar las competencias de los estudiantes. ▪