La seguridad cuántica
En el mundo de la tecnología cuántica, los conceptos tradicionales de protección carecen de sentido. Alemania se prepara para el futuro.
El futuro de la informática se llama tecnología cuántica. Pero, ¿en qué se diferencia de la tecnología digital actual? La tecnología digital actual está basada en transistores que conocen dos estados de información, cero y uno. Esa información se denomina bit (binary digit). Los ordenadores cuánticos utilizan qubits (quantum bits), que pueden asumir ambos valores a la vez y además están entrelazados cuánticamente, o interconectados, pudiendo así procesar aún más información. Eso significa que se necesitan muchos menos qubits que bits para almacenar la misma cantidad de información. En la práctica, ello tiene como consecuencia que mientras que para probar todas las combinaciones de una muy buena contraseña (con 95 caracteres posibles) una computadora binaria muy rápida necesita unos 14 meses, un ordenador cuántico solo necesita una fracción de segundo, dependiendo de su capacidad.
¿Qué consecuencias tienen los ordenadores cuánticos para la seguridad digital?
Dada su increíble capacidad de cálculo, la arquitectura de seguridad actual basada en contraseñas no funcionará con los ordenadores cuánticos. Cualquier contraseña binaria imaginable puede detectarse casi al instante. Por eso, los ministerios, la ciencia y las empresas de Alemania están trabajando en el desarrollo de una arquitectura de seguridad compatible con la cuántica. Aquí, dos ejemplos de la industria y la ciencia.
El ZQE de la Universidad Técnica de Múnich (TUM)
El 24 de enero de 2023 se celebró en Garching, cerca de Múnich, la ceremonia de cubrir aguas del nuevo edificio del “Centro de Ingeniería Cuántica” (ZQE) de la TUM. La ceremonia marcó la finalización de la estructura del edificio, incluido el tejado. A partir de 2024, más de 100 científicos trabajarán aquí en tecnología cuántica. Según Christian Pfleiderer, físico titular de una cátedra de topología de sistemas correlacionados y director gerente del ZQE, una de las principales tareas del ZQE es “implementar métodos de comunicación a prueba de escuchas utilizando la infraestructura de telecomunicaciones existente”.
La empresa de ingeniería mecánica Trumpf y su start-up
La encriptación en la era de la tecnología cuántica es una carrera entre el cifrado y el descifrado, dada la rápida velocidad de la computación cuántica. Por eso, la empresa mundial de ingeniería mecánica Trumpf invirtió recientemente en la start-up Quside, cuyo chip fotónico cifra los mensajes de tal manera que están a salvo incluso de los ordenadores cuánticos. Trumpf desarrolla asimismo ordenadores cuánticos en una start-up propia: Q.ANT. Se trata de ordenadores de procesamiento cuántico con un enfoque fotónico, es decir, que calculan con luz. La ventaja, si funciona: esos ordenadores no necesitarían la costosa refrigeración que se requiere con otras técnicas. El año pasado, un consorcio en torno a Q.ANT recibió 42 millones de euros del Ministerio Federal de Educación e Investigación para desarrollar chips para ordenadores cuánticos “made in Germany”.
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