Una mujer se acerca a las estrellas
La astrónoma Anna Frebel ha hecho descubrimientos espectaculares en el cielo nocturno de Chile.
Anna Frebel, nacida en 1980, es ya hoy una de las grandes estrellas internacionales en el firmamento astronómico. Esto se debe a sus frecuentes descubrimientos: la investigadora suele localizar estrellas que son más antiguas que las conocidas hasta entonces. Pero también es una embajadora de su disciplina. En conferencias, películas y libros trata de entusiasmar a los jóvenes por la astronomía.
Y un sitio importante para la labor de investigación de Frebel son los telescopios Magallanes en el Observatorio Las Campanas de Chile. Allí no hay grandes ciudades que interfieran con sus luces el tenue resplandor de los objetos celestes y hay suficiente noches despejadas. Pero a veces el tiempo meteorológico echa a perder los mejores planes y Frebel se pasa noches enteras en el observatorio condenada a esperar una mejora.
Las antiguas estrellas que busca Frebel deben provenir, en lo posible, de la segunda o tercera generación de estrellas después del Big Bang hace 13,7 mil millones de años. Las estrellas de primera generación eran gigantes de hidrógeno y helio, un centenar de veces más pesadas que nuestro Sol, y estallaron pocos millones de años más tarde. En ese proceso surgieron los elementos superiores, sin esas catástrofes cósmicas no habría hoy planetas ni vida. La segunda generación trajo estrellas más duraderas, algunas de las cuales irradian luz hasta hoy.
Por eso, quien se dedica a descubrir estrellas, busca objetos celestes antiguos, en lo posible con pocos elementos superiores, lo que los astrónomos llaman “pobres en metales”. Su composición química se determina mediante un telescopio que analiza su espectro de luz. Y para ello sigue siendo necesario el trabajo nocturno. Hasta 100 estrellas ha descubierto y clasificado Frebel de esta manera hasta hoy, para su primer descubrimiento necesitó un año y medio. “En este proceso de observación, una se siente como en una existencia paralela, en que la que no está ni dormida ni despierta,” comenta Frebel sobre esas noches en su libro “En busca de las estrellas más antiguas.” Pero la espera vale la pena: en 2014 anunció, junto con su equipo, un descubrimiento récord, una estrella llamada SMSS0313-6708, la más pobre en metales descubierta hasta entonces.
Anna Frebel, que es profesora del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge (EE.UU.), ha demostrado que sus descubrimientos no se deben solo a la perseverancia y a un poco de suerte. A ella le gusta tanto la observación práctica con telescopio como la teorización abstracta. Cree que su mayor virtud es “que observo algo durante el tiempo suficiente, lo que para otros resulta aburrido, y en el algún momento hace clic y obtenemos una nueva perspectiva.” ▪