“A los alemanes no les gusta llamar la atención”
Del vestido de diseño a los calcetines de tenis: es difícil decir qué tipo de moda les gusta a los alemanes. En un nuevo libro, no obstante, se lo intenta.
Alemania. ¿Existe algo así como un “estilo alemán”? Sí, dice la periodista y escritora Silke Wichert. Y no solo se lo nota en la ropa. El libro “The Germans – Stil und Ikonen einer Nation” (“Los alemanes: estilo e iconos de una nación”), que Wichert escribió junto con Nina Zywietz, también trata de sótanos para fiestas, armarios y música de los Scorpions.
Sra. Wichert, ¿cómo describiría usted el estilo alemán?
Es sencillo, minimalista y, sobre todo, sobrio. Los alemanes se aproximan pragmáticamente al tema: la ropa debe tener, sobre todo, una función. No se ponen algo alocado solo por una ocurrencia.
¿Quién es el icono alemán del estilo?
Jil Sander marcó mucho el estilo alemán. Si bien se trata de una moda que no todos pueden comprar, muchos alemanes se identifican con ella. Por un lado, Sander utiliza solo los mejores materiales, es decir, que por el dinero se recibe algo a cambio, lo que es muy importante para los alemanes. Por otro lado, es una moda totalmente funcional. Se trata de ropa que puede ser llevada en las más diversas situaciones y ocasiones. Es un buen estilo, pero no extravagante: a los alemanes no les gusta llamar la atención.
En su libro, las fotos son esenciales. ¿Hay una que recuerde de inmediato cuando piensa en el estilo alemán?
Pienso, por ejemplo, en una foto de Willy Brandt. Se halla sentado, distendido, con el cuello de la camisa algo abierto, un cigarrillo en una comisura y una mandolina entre sus manos. No sabía tocar la mandolina, pero así se ve como un “cowboy solitario”. Brandt se veía siempre muy bien, como un estadista y un cosmopolita, pero sin levantar olas. Hoy hay muchos alemanes que cultivan un buen estilo, por ejemplo, el actor Lars Eidinger. Pero en nuestro libro no tratamos solo el tema de la moda, por eso pienso también en una foto de un sótano para fiestas. El sótano alemán para fiestas es legendario, si bien no necesariamente reflejo de buen estilo.
Usted vive en Barcelona. ¿Ayuda la perspectiva desde afuera a reconocer particularidades alemanas?
Sin duda. Algo con lo que no se tiene constantemente contacto llama más la atención. En los turistas alemanes aquí me llama la atención, por ejemplo, su pragmatismo. Y no lo menciono como algo negativo. Nuestra vida se transforma cada vez más rápidamente. Nadie tiene tiempo de cambiarse de ropa tres veces por día. Por eso, la tendencia alemana a lo funcional es, en cierto sentido, muy moderna.
Entrevista de: Helen Sibum.