Biciturismo por 5 euros al día
Kit Crane viajó en bicicleta de Londres a Nueva Zelanda en 19 meses. Con “Warmshowers” no le costó casi nada, tampoco en Alemania.
El británico Kit Crane viajó en bicicleta de Londres a Nueva Zelanda. Durante sus etapas por Alemania utilizó la plataforma “Warmshowers”, que ofrece a los ciclistas alojamiento gratuito en casa de otros ciclistas. Aquí nos cuenta su experiencia:
“Cuando terminé mis estudios universitarios, en 2018, necesité un nuevo desafío. ¿Por qué no ir en bicicleta de Londres a Nueva Zelanda? Por supuesto, me sobreestimé: había previsto un año, pero al final fueron 19 meses. ¡Pero lo logré! Alemania fue el cuarto de un total de 25 países. A través de Bélgica y Luxemburgo, llegué a la hermosa y pequeña ciudad de Saarburg, cerca de Tréveris. Luego viajé con mi bicicleta a lo largo del Mosela, pasando cerca de innumerables viñedos y enormes castillos.
Pronto me quedó claro que en un viaje como ese hay que combatir la soledad. Muchos días estuve solo con mis pensamientos sobre la bicicleta. Al principio acampaba. Después de unas semanas me senté a pensar: 'Vale, llevas días sin hablar con nadie, ¡piensa en algo!' La pequeña charla de preguntar a la gente por una dirección no cuenta realmente como conversación.
Así que probé 'Warmshowers'. Al principio me pareció extraña la idea de dormir en casa de extraños. Pero mi anfitrión de Maguncia incluso ofreció venir a unirse conmigo en el viaje en bicicleta porque a él mismo le gusta hacer la ruta: ¡el valle del Rin con el famoso risco Loreley! Fue sumamente amable y también me explicó una cosa que me había estado preguntando todo el tiempo: ¿qué hacen todos esos hombres en medio de la semana con carritos llenos de cerveza? Me explicó que era una tradición del Día del Padre.
En ese primer encuentro todavía quise llevar mi propia comida. Pero la idea me quedó clara rápidamente: al igual que en el 'couchsurfing', también en el caso de los 'warmshowers' es un toma y daca. Los anfitriones a menudo han sido ellos mismos huéspedes en largos recorridos. Mi experiencia con esta forma de alojamiento no ha sido más que positiva.
Lo mejor de viajar en bicicleta es que es bastante barato. Normalmente hay que trabajar durante años para financiar un viaje así. Trabajé unos meses después de terminar la universidad y fue suficiente porque cada día solo me costó unos cinco euros. Y es probablemente la forma más sostenible de viajar. Por alguna razón desconocida, mi bicicleta ha sobrevivido hasta hoy, ¡incluso una vuelta por Escocia!”