¿De qué se ríen los alemanes?
¿Pueden ser chistosos los alemanes? ¿En serio? Un breve estudio
Alemania. "¿El libro más corto del mundo? ¡El libro de chistes alemanes!" Esta broma tonta la contó una joven durante una encuesta callejera, que trataba del humor de los alemanes, que para muchos es un simple rumor. A Mark Twain se le atribuye la frase "Un chiste alemán no es algo para tomarse a broma". Pero las críticas al humor alemán se han callado bastante desde entonces. En 2016 fue muy bien acogido un extenso artículo de "The Economist" que volvía sobre la tesis de Twain: "Being German is no laughing matter" (ser alemán no es algo para tomarse a broma).
El mensaje central de este artículo es: los alemanes no entienden la ironía. Pero esto no es cierto. En Alemania existe, por ejemplo, desde 2005 un Instinto Alemán del Humor, que asegura nuestra buena reputación en materia de ironía. Típico alemán. Lo sabemos. Pero hablando en serio: los alemanes sabemos reírnos de muchas cosas:
Chistes
La riqueza en chistes en enorme. El amor al orden de alemán ha venido clasificando meticulosamente chistes durante décadas. Los conductores del "Manta", un coche que ya no se fabrica, tenían un propio género de chistes, así como los supuestos tontos habitantes de Frisia oriental. Un clásico alemán es el chiste sobre los funcionarios públicos que se burla de su supuesta lentitud. Por ejemplo: "¿Cómo juegan a los palillos chinos (Mikado) los funcionarios públicos?: ¡El que se mueve pierde!".
Comedy
El humor por juego de palabras está en declive en Alemania. "Comedy" es la moda. Comediantes como el berlinés Mario Barth o el turco-alemán Bulent Ceylan de Mannheim consiguen llenar estadios con sus espectáculos. Y también hay mujeres muy chistosas: Carolin Kebekus, que provoca con su humor franco y directo, la bávara Monika Gruber,con sus filosos comentarios, y Martina Hill, con su gesticulante estilo y sus imitaciones de Angela Merkel. Por solo nombrar algunas. Muchos comediantes de éxito en Alemania proceden de familias de inmigrantes. Como Abdelkarim, quien se hizo conocido con su programa "StandUpMigranten" y a quien le gusta presentarse como el "marroquí de su confianza." O el equipo de RebellComedy, cuyos miembros tienen raíces familiares de Irán, Egipto o Suiza.
Sátira
Del escritor satírico alemán Kurt Tucholsky (1890-1935) proviene la famosa y con frecuencia citada frase: "A la sátira se le permite todo". En programas de la televisión alemana, como "extra 3" o "heute-show", se ridiculiza mediante la sátira la política alemana e internacional con el formato de noticiero. Ningún estadista está a salvo de su burla. El trasfondo es en general muy serio y se refiere a temas socialmente delicados. Sobre todo el humorista Jan Böhmermann suele explorar los límites entre la libertad artística y el mal gusto, con su programa "Neo Magazin Royale“. Su éxito le ha permitido participar en el programa de su par estadounidense Seth Meyers. Uno de los chistes más festejados de Böhmermann: "En Alemania está permitido decir todo, salvo algo con ironía y humor."