Los expatriados y el Adviento
¿Cómo sienten los recién llegados las Navidades en Alemania? Expatriados cuentan sus experiencias.
La Navidad en Alemania es ante todo una fiesta familiar. Pero para mucha gente, la visita a un mercadillo de Navidad forma parte de los preparativos para las fiestas propiamente dichas. Casi todas las ciudades organizan su propio mercado navideño durante el Adviento. El Striezelmarkt de Dresde y el Christkindlesmarkt de Núremberg son especialmente populares. Los expatriados nos llevan al mercadillo navideño y nos muestran sus particularidades.
“Celebrar la Navidad durante todo un mes”
Riya viene del norte de la India. Llegó a Alemania en 2018 para estudiar ingeniería biomédica. En la India, celebraba con su familia el 25 de diciembre, iba a la iglesia y comía tarta después. Por eso le sorprendió el tiempo de Adviento alemán: “Cuando llegué a Alemania, me quedé totalmente alucinada por el hecho de que la gente celebre la Navidad durante todo un mes”. A Riya le gusta el ambiente festivo y las calles decoradas. Sus imprescindibles para una visita al mercadillo de Navidad: Glühwein o vino caliente, Reibekuchen o tortitas de patata y Lebkuchen o pan de especias.
“En las calles huele a Navidad”
Monalisha llegó desde la India hace varios años para trabajar como desarrolladora de software. Ahora trabaja por cuenta propia como "content creator" e informa a expatriados sobre Alemania. También le gusta disfrutar de las Navidades todo el mes de diciembre. Las calles huelen a Navidad y todo brilla. A Monalisha le encanta igualmente visitar los "mágicos mercados navideños". ¿Qué le gusta especialmente de allí? el vino caliente con azúcar, naranja y muchas otras especias navideñas.
“Como si estuviéramos en un pueblo de montaña”
Manuel, de Argentina, no bebe alcohol, pero puede recomendar el ponche para niños: la receta es la misma que la del vino caliente, sólo que en lugar de vino se utiliza zumo de manzana. "Me llevo mi propia taza al mercado de Navidad y así evito pagar depósito por ella", cuenta. De hecho, muchos visitantes recogen las tazas de vino caliente y renuncian a los pocos euros de depósito al devolverlas. Este berlinés por elección se alegra de las numerosas atracciones, como las ruedas gigantes o las pistas de patinaje sobre hielo. Lo que puede sorprender a los recién llegados al mercado navideño son los puestos de venta: "Son como pequeñas cabañas, como si estuvieras en un pueblo de montaña. Junto con las luces, le dan al conjunto un aspecto muy navideño".
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