Invitación a un viaje por el mundo
¿Para qué recorrer el mundo? Te mostramos dónde Alemania es tan bella como Venecia, el sur de Francia o Florida.
Los Alpes son nuestras Montañas Rocallosas
Un sitio paradisíaco por su sublime belleza, con picos nevados, paredes rocosas y prados verdes. Es lo que los Alpes y las Montañas Rocallosas tienen en común. La cadena montañosa europea, que también toca Alemania es, con sus casi 4.000 metros, tan elevada como las Montañas Rocallosas, pero los Rocky Mountains son cuatro veces más largos. La cumbre más alta de Alemania es el pico Zugspitze, con casi 3000 metros de altura.
Hamburgo es nuestra Venecia
Canales entre desfiladero de edificios, puentes, palacios y cruceros: Hamburgo es la Venecia de Alemania. ¿Quién hubiera pensado que la ciudad hanseática es la urbe con más puentes de toda Europa? Son 2500. El doble que en Venecia y Ámsterdam juntas.
El géiser de Andernach es nuestro Strokkur
Hasta 60 metros de altura se dispara el chorro de agua hacia el cielo. No en Islandia, sino en una isla del río Rin cerca de la ciudad de Andernach en la que se encuentra el géiser de agua fría más alto del mundo. Se puede llegar allí en barco desde el Centro de Géiseres, en el que se explica el volcanismo en la región del Eifel.
Frankfurt es nuestra Nueva York
Admitamos que todo aquí es de un tamaño menor. Pero rascacielos y bancos, la bolsa de valores, museos de arte y una escena de arte alternativo, un antiguo teatro de ópera y clubes de cultura underground: todo esto ofrece Frankfurt. Por eso nos permitimos llamarla “Mainhattan”.
El lago de Constanza es nuestro lago Baikal
Largo, angosto, profundo y enmarcado por montañas: es lo que el lago de Constanza tiene en común con el lago Baikal en Siberia. Aunque la profundidad es relativa, porque el lago más profundo de los Alpes llega a 250 metros, mientras que el Baikal posee el récord mundial con más de 1600 metros de profundidad.
El Ache es nuestro Ardèche
La Espuma marina salpica, el bote danza sobre bravíos remolinos de agua, el río color turquesa se precipita entre guijarros blancos y rocosas paredes: para los deportes acuáticos, el río Tiroler Ache en Baviera puede competir con el Ardèche de Francia.
Usedom es nuestra Florida
Una playa de arena blanca casi interminable, amantes del sol y bañistas, elegantes residencias: al menos en verano reina en la isla báltica de Usedom el encanto de Florida. Es cierto que en lugar de palmeras crecen pinos y que hace notablemente más frío. Pero a cambio la playa del Mar Báltico ofrece sillas de playa y ámbar.
El Bosque del Palatinado es nuestro Parque Yosemite
Filas de árboles hasta donde la vista puede alcanzar, entre los que se elevan extraños peñones de arenisca roja, que brillan de un rojo brillante a la luz del sol. La Reserva de la Biosfera del Bosque del Palatinado es el conjunto forestal más grande de Alemania. Si bien no hay osos deambulando, se pueden ver linces y gatos monteses.
Mathildenhöhe Darmstadt es nuestro Kremlin
Desde luego que este conjunto arquitectónico en Darmstadt no es una fortaleza como en Moscú, sino una colonia de artistas. Pero hay allí una capilla ortodoxa rusa con cúpulas doradas que incluso descansa sobre tierra rusa. El zar Nicolás II la hizo construir en 1897 para su familia, porque su esposa Alexandra era la princesa de Hesse-Darmstadt.