De Caracas a Berlín
La peluquera venezolana Sherlym Hernandez narra cómo llegó a la felicidad con su trabajo en una peluquería de Berlín.
Alemania. "Hoy estoy más feliz que nunca como peluquera. Incluso me sorprende a mí, porque venía ejerciendo la profesión desde hacía tanto tiempo y en realidad solo quería probar algo nuevo. Me encanta estar en contacto con la gente y encontrar junto con ellos el estilo adecuado. Es posible un toque de extravagancia, pero en general el peinado debe lucir natural.
Tengo 28 años y soy venezolana. Completé la formación profesional de dos años como peluquera en un pequeño pueblo cerca de Caracas. Allí trabajé unos años antes de emigrar a Europa. La situación política en Venezuela era difícil. A mi familia no le alcanza para comprar alimentos y los estantes de las tiendas están casi vacíos. Envío periódicamente dinero a mi madre, su situación me preocupa mucho .
Primero llegué a Italia y trabajé en Roma como peluquera. Pero el trabajo no me entusiasmó mucho. Hace cuatro años me mudé a Berlín. Quería aprender alemán y encontrar rápidamente un nuevo empleo. Pero resultó distinto: la escuela de cursos de integración impulsó a los alumnos a trabajar algunas horas en alemán en su propia profesión. Como me gustó la peluquería en Berlín, solicité una pasantía. De esto resultó un trabajo como colaboradora libre. Ahora, por primera vez, soy realmente feliz en esta profesión.
Trabajo 40 horas a la semana durante cuatro días como colaboradora libre y gano bastante bien. Los colegas son encantadores, los clientes son amables y las charlas, muy interesantes. Nadie nunca se ha quejado de que no hablo perfectamente alemán. Lo que mejor domino en alemán es la conversación sobre peinados, lógicamente. Dos o tres veces al año cursamos capacitaciones porque los estilos cambian con frecuencia. Por ahora no quiero abrir mi propio salón. Me gusta trabajar así, con independencia y flexibilidad."
Protocolo: Nicole Sagener