"La religión es subestimada"
Cómo Azza Karam, secretaria general de la red "Religions for Peace", apuesta por el entendimiento, incluso en tiempos de la pandemia del coronavirus.
"En Europa la religión es subestimada", afirma Azza Karam. "La religión es determinante para la vida de personas y de países enteros, participa en todos los conflictos y también es parte de la solución." Nacida en El Cairo en 1968, esta politóloga es secretaria general de la red "Religions for Peace" desde marzo de 2020. La organización no gubernamental trabaja por la paz a través del diálogo interreligioso por la paz.
Azza Karam cree firmemente que la política sin religión no funciona y que no solo aquellas personas con títulos importantes y altos cargos ejercen influencia, sino también personas en la vida cotidiana. Como las mujeres, por ejemplo, que dan forma a la convivencia diaria. Azza Karam quiere unir los dos mundos: "Las soluciones solo se pueden encontrar de forma conjunta y no unos en contra de otros", afirma.
Azza Karam fue elegida en Lindau en 2019
El comienzo de su mandato coincidió con el brote del coronavirus en marzo de 2020, cuando muchos países declararon el confinamiento. En septiembre de 2019 Azza Karam había sido elegida en Lindau durante la primera asamblea general de Religions for Peace en suelo alemán. Del 10 al 13 de noviembre de 2020 Religions for Peace invita a su próxima reunión, esta vez online. Se hablará de las mujeres, la fe religiosa y la diplomacia, y del desarrollo de redes de personas que asumen responsabilidad. En Alemania, la organización coopera con la "Fundación para el Diálogo por la Paz de las Religiones del Mundo y la Sociedad Civil" (Lindau-Stiftung). La conferencia tiene lugar en un entorno protegido en el que las fronteras entre religiones, grupos e intereses pueden superarse más fácilmente.
En países occidentales esto necesita explicación. Porque allí, a diferencia del resto del mundo, la religión está en retirada. El 84% de la población mundial se define como religiosa, y su porcentaje crece. Pero también en el mundo occidental queda cada vez más claro que la política debe tener en cuenta la religión. Por eso, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania coopera con "Religions for Peace" y apoya la conferencia.
Esta organización no gubernamental también es llamada la "ONU de las Religiones" porque busca pacificar conflictos con ayuda de líderes religiosos. La oficina de Karam se encuentra también frente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde la organización está acreditada desde 1973. Azza Karam, como hija de diplomático, se crio en diversas capitales del mundo y desde hace mucho tiempo desea luchar por los derechos humanos. Cada vez más tomó conciencia de en qué medida la religión influye en las personas, y de cómo estas construyen su convivencia en base a la religión y la fe. En Países Bajos, Azza Karam es decente de religión y desarrollo.
En los 50 años de existencia de Religions for Peace, Azza Karam es la primera mujer que dirige la organización, apoyada por un consejo similar a un patronato. Entre sus 80 miembros se encuentra la exobispa alemana Margot Käßmann y al arzobispo sueco luterano Antje Jackelén. La fe es el elemento unificador. "Si tengo fe en que un Creador me creó a mí y a otros, entonces veo el mundo de manera diferente", señala Azza Karam. "Entonces nos debemos mutuamente respeto y amor." ¿Qué tan fuerte es esta convicción en un mundo actual en el que hay gente que mata en nombre de Dios o trata de justificar las guerras? Religions for Peace apuesta por el poder del encuentro, por el hecho de que quienes que han llegado a conocerse personalmente y han desarrollado confianza en el otro utilizan la energía de su fe juntos en favor de la comprensión mutua.
¿Funciona esto? ¿Mujeres sin mandato que cambian el mundo? Azza Karam responde con historias, por ejemplo, de mujeres en Sierra Leona que buscaron el contacto con extremistas y lograron devolver niños secuestrados a sus familias. O cómo ella misma intervino cuando se introdujo una ley de familia más favorable a la mujer en Marruecos en 2005, con votos de parlamentarios islamistas. En ese momento, eso fue celebrado como una revolución. "Las mujeres con su fe tienen competencia para resolver conflictos", afirma Karam. Solo gracias a la intervención de mujeres en la vida cotidiana, apunta, pueden tener éxito personas prominentes de alto nivel. Por eso hay que reunirlos.
Especial atención a las organizaciones de ayuda religiosa
Sin embargo, estos encuentros son difíciles en la actualidad. Por eso se suele ver a Azza Karam en videos, explicando el potencial de la religión, pero también describiendo la realidad: de forma resoluta pero amable, con su atenta mirada detrás de las gafas de estrecha montura. Los vivaces movimientos de sus manos solo se pueden adivinar ya que la cámara apenas los capta.
Azza Karam sintetiza su idea con sobriedad: "Vivimos en una era de violencia, y la religión está muy implicada en la violencia. " Pero por experiencia sabe que ello no se puede combatir devolviendo la religiosidad a la esfera privada, como se ha intentado durante mucho tiempo en Europa. Por el contrario, se trata de abordar los problemas abiertamente y promover la cooperación. En eso consiste, para ella, un programa de lucha contra el fundamentalismo.
Karam observa, por ejemplo, que todas las religiones participan en la contención del coronavirus. "Sin embargo, y es algo que casi me parte el corazón, apenas cooperan entre sí". Por eso, su organización desea poner en contacto más estrecho a los organismos de ayuda de las diferentes corrientes religiosas, por ejemplo, a través de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, que se creó en 1991. "Los organismos de ayuda de las corrientes religiosas están más cerca que nadie de las personas necesitadas", advierte Karam. "Podemos apoyarles en sus esfuerzos por ayudar ".