Llevar la transición energética al éxito
Sigmar Gabriel, el vicecanciller federal, quiere aprovechar las posibilidades que brinda la transición energética y asegurar su éxito económico
Sr. ministro, ¿por qué apuesta un país industrializado como Alemania por la transición hacia las energías renovables?
La transición energética es uno de los más importantes proyectos de política económica de Alemania de los próximos tiempos. A favor de la transición energética hablan varias buenas razones: como país industrializado queremos abandonar la energía atómica y aumentar la participación de las renovables. Segundo, queremos reducir la dependencia de las importaciones de petróleo y gas. Tercero, la transición energética contribuye a que podamos alcanzar nuestros objetivos climáticos. Cuarto, la transición energética lleva al desarrollo de nuevas tecnologías y el surgimiento de sectores modernos de crecimiento, con nuevos puestos de trabajo. Finalmente, Alemania quiere mostrarles a otros países que una política energética sostenible también puede ser exitosa económicamente, ya que la protección del clima y los recursos funciona más efectivamente cuanto más países participen.
En el exterior, la transición energética es interpretada a veces como “aventura romántica” de un país rico. ¿Con la transición, pone en riesgo Alemania su seguridad de abastecimiento energético?
No. La seguridad del abastecimiento energético es justamente para un país industrializado como Alemania muy importante y actualmente tiene un alto estándar a nivel internacional. Aseguraremos que siga siendo así también en el futuro. Nos confrontamos con nuevos desafíos: debemos coordinar mejor entre sí la generación convencional de electricidad, las redes y las instalaciones de energías renovables y armonizar la oferta y la demanda. Para superar esos desafíos es necesario e importante continuar desarrollando el sistema actual.
La transición energética es uno de los proyectos centrales del nuevo periodo legislativo y así fue definido en el Acuerdo de Coalición. Su ministerio fue reestructurado y tiene ahora como tarea central acompañar la transición energética. ¿Qué espera de esa reestructuración? Y ¿qué objetivos se ha fijado para la implementación de la transición energética?
La concentración de las competencias en materia de energía en un ministerio, el Ministerio Federal de Economía y Energía, es un importante requisito para seguir implementando exitosamente la transición energética. Las energías renovables, la eficiencia energética, la infraestructura energética (redes, centrales) y el derecho energético están concentrados ahora bajo un mismo techo. Así podemos abordar más decididamente los actuales desafíos, como por ejemplo una profunda reforma de la Ley de Energías Renovables. En la implementación de la transición energética, tres objetivos tienen el mismo rango: la seguridad del abastecimiento, la rentabilidad y el bajo impacto ambiental y la protección del clima. Nos orientamos por ese “triángulo de la política energética”.
La Ley de Energías Renovables (EEG), que existe desde los años 1990, ha sido tomada como modelo por muchos países. No obstante, ya tiene sus años. ¿Quiere sustituirla ahora por una “EEG 2.0”? ¿Cuáles son las principales modificaciones?
La EEG fue exitosa. Las energías renovables pasaron de tener una participación mínima a ser uno de los pilares del abastecimiento de energía en Alemania. Hoy tienen una participación del 25 por ciento. Dentro de poco tiempo serán incluso la fuente energética número uno en el abastecimiento de electricidad. Para que esa expansión continúe, la EEG debe ser, no obstante, reformada y organizada más en consonancia con el desarrollo del mercado. Para eso, el gabinete federal aprobó el 22 de enero puntos angulares con vistas a una reforma fundamental de la EEG. Esa reforma incluirá particularmente un claro freno al aumento de los costos, una distribución más equitativa de los costos, una orientación planificada de la expansión de las energías renovables y su integración en el mercado. Esos son aspectos muy importantes a efectos de no poner en peligro la actual gran aceptación de la transición energética en la sociedad.
Hasta ahora, muchas empresas con alto consumo energético están liberadas del recargo para la financiación de las renovables. Actualmente se debate sobre cambios en esa disposición. ¿Irán en detrimento de la competitividad de esas empresas?
Está claro que deberá seguir existiendo la posibilidad de liberar parcialmente del recargo EEG a las empresas con alto consumo energético, justamente teniendo en cuenta los costos de la energía bastante altos para las empresas alemanas en comparación con la situación en otros países. Esa regulación de “compensación especial” en la EEG es decisiva a efectos de conservar la competitividad de nuestra industria y con ello de nuestros puestos de trabajo. Queremos, no obstante, limitar la reducción de la carga a aquellas empresas que en función de su situación de competencia realmente dependan de ello, pues cuanto más empresas sean liberadas parcialmente del recargo, más debe pagar el resto de los consumidores.
En Alemania existe un consenso entre todos los partidos políticos a favor de la transición energética, también los consumidores la apoyan. No obstante, se debate acerca de la senda correcta. Hay quienes lo acusan de que a través del reajuste del fomento de las energías renovables corren peligro puestos de trabajo. ¿Qué les responde a esos críticos?
La transición energética le abre considerables posibilidades a Alemania. Hemos logrado desarrollar nuevas tecnologías competitivas a nivel internacional, particularmente en los sectores de las energías renovables y la eficiencia energética. Así han surgido nuevas áreas de negocios y puestos de trabajo. Las energías renovables se están transformando en la tecnología predominante para la generación de electricidad en Alemania.
Como ministro de Economía, usted desea que la transición energética sea también un éxito económico. ¿Cómo puede ser logrado? ¿Y puede la transición energética traer también ventajas para Alemania en la competencia internacional?
Debemos llevar la transición energética al éxito y simultáneamente fortalecer la seguridad del abastecimiento y la competitividad de las empresas en Alemania. Justamente porque está claro que la transición energética no es gratis, la rentabilidad debe ser un criterio central en su implementación. Si asumimos exitosamente ese desafío, tenemos buenas posibilidades de que nuestra transición energética sea emulada en todo el mundo.
En días con fuertes vientos y gran radiación solar se ha producido en parte ya tanta corriente que debió ser regalada. Las empresas energéticas se quejan de que sus centrales no son rentables. ¿Cómo podría verse un nuevo mercado energético, en el que todos se beneficiaran: el medio ambiente, las empresas energéticas y los consumidores?
Para empezar: hasta ahora no existen superávits energéticos de consideración y las horas del año con precios de electricidad muy bajos son contadas. No obstante, debido a la creciente participación de las energías renovables en el total de corriente producida debemos coordinar mejor estas con la generación convencional y la demanda. Centrales eléctricas flexibles que funcionan con combustibles fósiles seguirán siendo necesarias, en tanto las oscilaciones en la generación proveniente de fuentes energéticas renovables no puedan ser compensadas con otras opciones. En efecto, la rentabilidad de las centrales eléctricas convencionales ha empeorado, debido, entre otras cosas, a la rápida expansión de las energías renovables, las actuales excesivas capacidades en los mercados alemán y europeo de electricidad y los menores precios de los derechos de emisión. Sobre eso hay que reflexionar. Sería deseable desarrollar una solución común con nuestros vecinos europeos.
La UE desea reducir las emisiones de carbono en la generación de energía, pero no dictarles a los 28 Estados miembros cómo alcanzar esa meta. ¿Tiene sentido una transición energética solo en Alemania, mientras que otros países apuestan por la energía atómica?
La UE fija ya hoy importantes condiciones marco de política energética. También los objetivos de política energética son codefinidos a nivel europeo. Ello queda demostrado en la actual discusión en relación con el marco climático y energético para 2030 y los correspondientes objetivos en las áreas de la reducción de las emisiones de gases de invernadero, la expansión de las renovables y el aumento de la eficiencia energética. Es importante, por lo tanto, que Europa siga una ambiciosa estrategia climática y energética. No obstante, la decisión acerca del mix energético nacional queda básicamente en el área de competencias de los Estados miembros. Para la implementación de la estrategia europea de descarbonización, en Alemania hemos tomado, con la transición energética, un claro rumbo.
En otros países de la UE, la transición energética alemana no es siempre aplaudida. ¿Cómo podrían ser mejor incluidos sobre todo los países vecinos?
En mis conversaciones en el exterior a menudo se me pregunta efectivamente por la transición energética. Y naturalmente por los desafíos que supone. Sobre todo queda claro, sin embargo, que existe un gran interés en hallar soluciones comunes. Para mí es muy importante que pensemos la transición energética en dimensiones europeas y que en toda medida que apliquemos no perdamos nunca de vista la perspectiva transfronteriza e internacional. Alemania, por su ubicación central en Europa, tiene, a través del mercado energético interior y las redes eléctricas transfronterizas, múltiples lazos con sus vecinos en las áreas de la economía y la política energéticas. No queremos ni podemos implementar la transición energética solos. Por eso coordinamos constantemente nuestras medidas de política energética con nuestros vecinos, las discutimos en la UE y poseemos toda una serie de proyectos comunes de política energética con los países vecinos. Yo quiero seguir fortaleciendo esa cooperación.
El Gobierno alemán creó un programa de investigación sobre energía. ¿Por qué y con qué prioridades?
La investigación es para nosotros un elemento estratégico de la política energética y por ello la orientamos consecuentemente hacia la transición energética, que está asentada en dos pilares: la eficiencia energética y las energías renovables. El programa del Gobierno alemán de investigación sobre la energía es continuado a alto nivel y retoma temáticamente enfoques multidisciplinarios y sistémicos en las áreas de particular relevancia. El objetivo del fomento de la investigación sobre energía es acelerar el desarrollo de tecnologías innovadoras, para hacer aprovechables rápidamente para la transición energética los potenciales de reducción de costos y de aumento de la seguridad del abastecimiento. ▪
Entrevista: Martin Orth, Janet Schayan