Enseñar, aprender y generar amistades: la vida de Daniela Noya en Alemania
La educadora colombiana trabaja en una guardería. Aquí nos cuenta cómo fueron los inicios de su vínculo con Alemania.
Entre el cajón de arena y el área de juego, entre la lectura de historias y el lavado de dientes es donde mejor se siente Daniela Noya. Esta joven colombiana de 29 años trabaja como educadora en una guardería (también llamada “Kita” en alemán) en Hanau, cerca de Fráncfort del Meno.
Las primeras experiencias como educadora de Daniela Noya fueron en una guardería en Colombia. Sin embargo, estaba buscando crecer profesionalmente. Sabía de la necesidad de personal cualificado que había en Alemania y una compañera le animó a dar el paso: “Básicamente me dio la solicitud para que la enviara y pensé que está bien, podía probar y ver qué sucedía”.
De Medellín a Hanau
Y sucedió mucho: a través de la intermediación de la agencia Talent Orange, Daniela Noya llegó a Alemania en el invierno de 2022, con todo el frío que eso implica para una colombiana. La pedagogía que sigue la guardería de Hanau también es distinta a la que solía usarse en su país. En Colombia, la guardería está más orientada a las necesidades escolares y los niños aprenden antes a leer y escribir. “En Alemania, la atención se centra más bien en el desarrollo socioemocional de los niños y eso me gusta mucho. Me encanta que aprendan jugando y que yo también pueda aprender de ellos de esa manera”.
El objetivo de Daniela Noya era adaptarse lo más pronto posible a la cultura alemana. “Quiero construir mi vida aquí en Alemania, integrarme y que me acepten. Sé que requiere también salir de mi zona de confort, pero estoy segura de que puedo logarlo”.
Daniela no coincide con los estereotipos que existen sobre Alemania: “al principio, muchas personas me decían que no iba a tener muchos amigos y que mi contacto con los alemanes sería mínimo, pero puedo decir que estaban equivocadas. Es posible que los alemanes necesiten algo de tiempo, pero son gente muy cordial, sociable y también divertida”. La relación con sus compañeras de trabajo también es buena. “Creo que es importante hacer muchas preguntas desde el inicio. Si hay algo que no sé, pregunto a mis compañeras. Eso simplificó muchas cuestiones de mi día a día”. El idioma alemán continúa siendo un desafío, pero Daniela es ambiciosa: “Quiero perfeccionar mi alemán, cada día aprendo un poco más”.