“Protección de la naturaleza y el ser humano”
Legacy Landscapes Fund – Stefanie Lang explica cómo un nuevo fondo protegerá la biodiversidad en todo el mundo
Stefanie Lang es directora del nuevo “Legacy Landscapes Fund”, cuyo objetivo es salvaguardar la biodiversidad, vital para el planeta. Habla de la importancia de la protección de la naturaleza y de la gran tarea que asume el nuevo fondo.
Sra. Lang, la biodiversidad interesaba antes a relativamente poca gente. ¿Por qué ello ha cambiado?
Porque ahora está muy claro que necesitamos una rica diversidad de especies para nuestra propia supervivencia. Es nuestro seguro de vida para el futuro. Necesitamos un entorno natural sano para hacer frente al cambio climático, por ejemplo, con la ayuda de bosques y humedales. Necesitamos especies como las aves y los insectos para la alimentación mundial, porque son importantes polinizadores. El tema hace tiempo que abandonó el rincón de las minorías. Y es necesario, porque nos enfrentamos a una crisis global.
¿Cuán seria es la situación?
Es dramática. Estamos destruyendo la naturaleza a un ritmo increíble. La extinción de especies es 100 veces más rápida de lo que sería sin la intervención humana. Cada once minutos se extingue una especie animal o vegetal, cada cuatro segundos destruimos bosques del tamaño de un campo de fútbol. La pandemia del coronavirus ha demostrado claramente que no podemos permitirlo más.
¿Qué tiene que ver la biodiversidad con la pandemia?
Tres cuartas partes de las nuevas enfermedades infecciosas, como el Zika o el Ébola, son zoonosis: enfermedades infecciosas en las que los virus saltan de un huésped animal a los humanos. Según el Consejo Mundial de la Biodiversidad, todavía hay en mamíferos y aves 1,7 millones de virus no identificados. Cuanto más invada el ser humano la naturaleza y destruya los ecosistemas intactos, más estrecho será el contacto entre los animales y el ser humano. Y tanto más probable será que los virus se transmitan a los humanos. Se parte de que todavía existen docenas de virus con potencial pandémico. Por lo tanto, nos enfrentamos a un peligro mucho mayor de lo que creemos. Por eso es importante dejar de invadir la naturaleza, talar los bosques, explotar los ecosistemas y destruir los hábitats.
¿Puede frenarse aún ese proceso?
Las reservas naturales bien gestionadas son un importante medio para mitigar la pérdida de biodiversidad. Sin embargo, en la actualidad no hay suficientes; sólo el 16 % de la superficie terrestre mundial está protegida. La ciencia recomienda que el 30 % de la superficie terrestre mundial se destine a un uso sostenible o se proteja. Y las zonas protegidas que ya existen a menudo no protegen realmente la naturaleza en forma eficaz.
¿A qué se debe?
Una razón muy importante es la falta de financiación. El 80 % de nuestra biodiversidad se concentra en el 20 % de la superficie terrestre, de la cual la mayor parte se encuentra en países en desarrollo. Estos a menudo no disponen de recursos para llevar a cabo una conservación eficaz de la naturaleza. Allí, el tema compite con otras tareas importantes, tales como la protección de la salud, la educación o la seguridad alimentaria. Si proporcionamos seguridad de financiación y planificación a largo plazo, podremos preservar una buena parte de la biodiversidad del planeta. Y así alcanzar una nueva dimensión en la conservación de la naturaleza.
¿Es esa la misión del Legacy Landscapes Fund?
El fondo, que Gerd Müller, el ministro alemán de Cooperación para el Desarrollo, presentó junto con numerosos socios de todo el mundo, va en esa dirección. Hasta ahora, los proyectos de conservación de la naturaleza suelen durar pocos años. Las fases de financiación finalizan en forma relativamente rápida. El Legacy Landscapes Fund es diferente: apoyará al menos 30 de las más importantes áreas de conservación de la naturaleza en los países en desarrollo durante por lo menos 15 años. Con un millón de dólares por año. Eso garantiza la operatividad de los proyectos y que importantes tareas, tales como la vigilancia de la fauna, puedan tener continuidad, incluso cuando las circunstancias generales sean difíciles. Como ahora, cuando muchos parques pierden ingresos por la falta de turismo debido al coronavirus.
La protección de la naturaleza y el desarrollo económico no pocas veces están reñidos. ¿Cómo se garantiza que también se beneficie la población?
Ese punto es muy importante para nosotros. Por eso el fondo se llama “Paisajes” y no lleva la palabra “áreas protegidas” en su nombre. Pensamos de forma más amplia, más allá de los límites de las áreas protegidas. El fondo quiere ayudar a desarrollar soluciones a largo plazo que funcionen tanto para la naturaleza como para la población. Es probable que esas soluciones se vean distintas en diferentes países. Nuestra aspiración es que también se beneficie la población, que exista un verdadero equilibrio entre la protección de la naturaleza y los intereses económicos, por ejemplo, creando puestos de trabajo permanentes, ingresos del turismo o el uso sostenible de los recursos naturales. Eso es lo que queremos desarrollar junto con las organizaciones locales asociadas. Para ello son buenos 15 años.
¿Por qué se aceptan también contribuciones privadas?
Una eficaz conservación de la naturaleza es una gran tarea, un enorme desafío, que ningún país, fundación o empresa puede abordar sin aliados. Con las contribuciones privadas se logra recaudar mucho más dinero. A ese dinero –quizá lo más importante– las áreas protegidas pueden realmente recurrir. Nuestro objetivo es que el patrimonio de la fundación llegue a ser de 1.000 millones de dólares. Ello convertiría al Legacy Landscapes Fund en uno de los mayores financiadores en el área de la protección de la naturaleza.
¿Qué áreas reciben apoyo?
Tenemos en el foco siete zonas piloto: cuatro en África, dos en Asia y una en América Latina. Se trata del Parque Nacional de las Montañas del Cardamomo Central, en Camboya; el Parque Nacional Gunung Leuser, en Indonesia; el Parque Nacional Odzala-Kokuoa, en la República del Congo, el Parque Nacional de Luangwa Norte, en Zambia; el Parque Nacional Geonarezhou, en Zimbabue; el Parque Nacional Iona, en Angola y el Parque Nacional Madidi, en Bolivia. Nos gustaría empezar con esas áreas, siempre que superen el exhaustivo examen al que las estamos sometiendo.
¿Por qué el fondo fue creado por Alemania? ¿No estaría mejor en manos de una organización internacional?
Alemania ha asumido responsabilidad, ha dado un paso adelante. Pero para tener éxito a largo plazo, el fondo debe asentarse sobre una amplia base internacional: debe convertirse en un instrumento global. Estamos trabajando en ello. Actualmente mantenemos conversaciones con varios Gobiernos, pero también con fundaciones y empresas. Ya se han sumado importantes representantes, sobre todo del mundo angloamericano, y esperamos que se unan más lo antes posible.
¿Cómo aspira a que se vea el fondo dentro de cinco años?
Dentro de cinco años, el Legacy Landscapes Fund Fondo debería estar establecido y en funcionamiento. Y espero que, además de las actividades puramente de financiación, también podamos enriquecer el debate en relación con ideas viables de protección de la naturaleza. Queremos reunir y compartir conocimientos sobre las mejores soluciones. Si lo conseguimos, podríamos realizar una gran contribución a la conservación de la biodiversidad mundial.