Trabajando con guepardos y jabalíes verrugosos

Reinhard Radke está sentado en su despacho, un “despacho como cualquier otro, tras una vida plena”, como él mismo afirma. Pero en pocos despachos vemos cráneos de cocodrilo o retratos de guepardos. Reinhard Radke es un realizador de documentales sobre la vida salvaje; y uno de gran éxito. Durante más de 30 años viajó por todo el mundo retratando a leopardos, hienas, cocodrilos y jabalíes verrugosos. Aunque Radke es un ingeniero eléctrico. Pero tras su formación, en 1976, se sintió atraído por el Sudeste Asiático. Allí recorrió la selva durante meses, subió a volcanes y observó dragones de Komodo. Después de este viaje, su camino predeterminado le parecía demasiado aburrido. 

Establecer una conexión con la belleza de la naturaleza 

Radke estudió biología y viajó a África por primera vez en 1978. Allí desarrolló su pasión por el continente y su fauna. Como biólogo del comportamiento, se doctoró con un trabajo de campo sobre jabalíes verrugosos de Kenia, sus “animales favoritos” desde entonces, afirma Radke con una sonrisa. Tras rodar varios cortometrajes sobre su trabajo, desarrolló una gran afición por la filmación. “Los buenos documentales sobre la vida salvaje consiguen crear en la gente una conexión emocional con la belleza de la naturaleza, contribuyendo así a que la gente valore determinadas zonas como especialmente dignas de protección”, explica Radke. 

Sus películas destacan sobre todo por su peculiar carácter de largometraje. A menudo existe un protagonista, como en “La Leoparda” o “Los Hermanos León”. A pesar de seguir una trama supuestamente construida, para Radke siempre fue importante reflejar en sus películas comportamientos reales. Los contenidos son “historias que escribe la vida”, comenta el biólogo. “Siempre he disfrutado especialmente acompañando a mis “actores” a lo largo de sus vidas durante largos periodos.” 

Promover la conservación de las especies documentando la naturaleza 

Los documentales sobre la naturaleza desempeñan un papel importante en la conservación de la naturaleza. “Los documentales sobre la naturaleza pueden contribuir enormemente a la protección de los parques nacionales, porque los programas de televisión despiertan el interés por estos parajes”, afirma Radke. El turismo financia el mantenimiento de los parques nacionales, que de otra manera a duras penas podrían mantenerse por sí mismos. Garantiza puestos de trabajo en los parques y ofrece una alternativa económica al uso agrícola de la tierra. “Un buen documental sobre la naturaleza sirve como medio publicitario para garantizar la financiación de estas zonas”, afirma Radke. 

Por otra parte, más turistas suponen también condiciones de rodaje más difíciles para los documentalistas. No resulta inusual que los turistas quieran fotografiar leones, guepardos y elefantes al mismo tiempo. “Los guías de los parques nacionales informan rápidamente a sus colegas de la presencia de animales carismáticos”, explica Radke. A menudo sólo se dispone de media hora antes de que aparezcan caravanas enteras de jeeps con turistas. “Algunas de las escenas de mis películas tuvieron que rodarse alrededor de coches”, nos cuenta Radke riendo. Esto es inevitable y “a veces complica un poco el trabajo como realizador de documentales sobre la vida salvaje.” 

Establecer un vínculo emocional con los animales 

Sin embargo, los encuentros directos con estos animales en peligro de extinción son especialmente importantes de cara a la conservación de las especies, opina Radke. De este modo, “la gente logra establecer un vínculo mucho más emocional con estos animales”, explica, aunque sólo sea por breves instantes. “Resulta conmovedor observar a las gacelas cuidando de sus crías, por ejemplo. Esto provoca emociones que una foto nunca podrá transmitir”, explica el apasionado cineasta de animales. 

© www.deutschland.de