La Agenda Digital
Con la “Agenda Digital”, el Gobierno Federal esbozó las grandes líneas de su política digital
Estuvo hoy ya en la red? Naturalmente. Ha respondido mensajes electrónicos, chateado con colegas, leído las noticias o realizado una transferencia bancaria. Quizás haya compartido también una foto en Facebook con amigos, encargado un regalo de cumpleaños o comprado zapatos. Más tarde repasará un capítulo del curso de inglés online y reservará las entradas de cine para el próximo fin de semana. O puede bajar ya ahora directamente la película a su computadora. Internet es para la mayoría de las personas simplemente un componente de la vida cotidiana, ya sea en el trabajo, el tiempo libre, la educación, la salud, los medios o la economía. La revolución digital ha transformado prácticamente todas las áreas de vida. El 79 por ciento de los habitantes de Alemania tiene acceso directo a Internet y el 80 por ciento está online todos los días. En el mundo usan Internet 2500 millones de seres humanos y dentro de cinco años esa cifra se duplicará. Tampoco quienes no pertenecen a los “digital natives”, como se llama a las personas menores de 30 años, que han crecido con Internet, pueden hoy imaginarse cómo antes se podía vivir sin clics de ratón.
“Los logros digitales han traído en todo caso ruidosas transformaciones a nuestra cultura y sistema político”, dice Jaron Lanier, pionero de Internet, que en 2014 fue galardonado con el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes. Entre esos ruidos, que no todos oyen, pero igual están allí, se cuentan los impredecibles lados oscuros de la red, que hacen posible la creación de detallados perfiles de datos. Estos, a su vez, permiten analizar nuestras costumbres y predecir nuestros siguientes pasos, ya sea con fines comerciales u otros, y abren la puerta al cibercrimen y el ciberespionaje. Regímenes autoritarios ven en un espacio virtual libre a menudo una amenaza real y limitan el acceso a Internet. La libertad y la seguridad en la era digital son dos elementos que aún hay que poner en equilibrio. “Los datos son poder… y el poder debe ser controlado a través de reglas”, dijo Frank-Walter Steinmeier, ministro de Relaciones Exteriores de Alemania con ocasión del acto de apertura del Ciberdiálogo Transatlántico en junio de 2014 en Berlín. Por eso Alemania se ocupa desde 2011 crecientemente de la ciberpolítica exterior y aboga en un diálogo con socios de todo el mundo por un ciberespacio libre, abierto, seguro y estable (véase entrevista en p. 50).
El tema está en el orden del día también en política interior. El gabinete de Gobierno aprobó en agosto de 2014 la “Agenda Digital 2014–2017”: un documento estratégico elaborado bajo la responsabilidad de tres ministerios (Economía y Energía, Interior y Transporte e Infraestructura Digital), lo que refleja tanto la variedad de sectores a los que afecta el tema como su destacada importancia. El Gobierno Federal ve en la Agenda Digital un “importante componente” de su política económica y de innovación y ha reconocido que la transformación digital es uno de los desafíos centrales del presente. La Agenda Digital, que lleva como título “Aprovechar las oportunidades de la digitalización”, apuesta también por una cierta flexibilidad: aspira a lograr el complicado acto de equilibrio que supone ampliar por un lado las posibilidades técnicas y el uso de Internet y por otro asegurar el mayor grado de protección y seguridad de datos.
La Agenda Digital abarca en total siete áreas de acción: “Infraestructuras digitales”, “Economía y trabajo digitales”, “El Estado innovador”, “Conformar los mundos de vida digitales en la sociedad”, “Educación, investigación, ciencia, cultura y medios”, “Seguridad, protección y confianza para la sociedad y la economía” y “Dimensión europea e internacional” (ver recuadro). Los temas van desde la producción interconectada de la industria 4.0, pasando por la modernización del derecho europeo de protección de datos, un mejor apoyo a fundaciones de start ups y soluciones de IT para “big data” hasta la digitalización de la administración pública, nuevas formas de participación y la ciberpolítica exterior.
Un objetivo central de la Agenda Digital es hacer que todos los ciudadanos puedan aprovechar el progreso digital. Parte de ello es en primer lugar que tanto personas individuales como empresas puedan acceder en todo lugar a Internet a través de redes de alto rendimiento, tanto fijas como móviles. En las ciudades y las aglomeraciones urbanas ya se ha logrado, pero en zonas rurales apartadas existen a menudo solo conexiones lentas. En la Agenda Digital se fija un importante objetivo: crear hasta 2018 en todo el país, a través de cables de fibras de vidrio y conexiones inalámbricas rápidas, una red con una capacidad de transmisión de por lo menos 50 Megabits por segundo. Eso haría posible, por ejemplo, transmitir simultáneamente seis largometrajes en calidad de alta definición. Hoy, solo el 64 por ciento de los hogares alemanes dispone de esa velocidad de transmisión de datos. La infraestructura digital es un punto importante también para las empresas, que solo se asientan allí donde pueden confiar en disponer de Internet de alta velocidad. La Internet ha pasado a ser un factor decisivo para las inversiones. Una parte de los fondos necesarios para expandir la red provendrá de la venta de frecuencias de telefonía móvil. La ampliación de la infraestructura digital y la conexión a redes de banda ancha desempeñan también un importante papel en el plan de inversiones de la Unión Europea, de 315.000 millones de euros, presentado a fines de noviembre.
La oposición en el Bundestag alemán y también algunos representantes del sector privado dicen que la Agenda Digital aún es imprecisa: “La Agenda Digital del Gobierno Federal es un primer paso en la dirección correcta, pero no debe quedarse solo en declaración de intenciones. Ahora es necesario tomar medidas concretas”, dice Markus Kerber, gerente ejecutivo de la Federación de Industrias Alemanas (BDI). La Asociación Alemana del Sector TI (BITKOM) calificó a la Agenda Digital de “hito en la política digital de Alemania”, que muestra las enormes posibilidades de la digitalización para la economía y toda la sociedad. “Para que pueda transformarse en un plan maestro, la Agenda Digital debe ser acompañada en un segundo paso de un cronograma concreto para su implementación”, dice Dieter Kempf, presidente de BITKOM.
La Agenda Digital, sin embargo, no es un catálogo de respuestas a todas las cuestiones abiertas en relación con el tema, sino que solo bosqueja las grandes líneas de la política digital alemana. El Gobierno Federal aspira conscientemente a debatir en el seno de la sociedad sobre la continuación de ese proceso y quiere dar forma a la implementación de la Agenda Digital junto con el sector privado, los sindicatos, la sociedad civil y la ciencia. Un importante papel en ello desempeña la anual Cumbre Nacional de IT, organizada desde 2006 por el Ministerio Federal de Economía y Energía, en la que son desarrolladas ideas para el fortalecimiento de Alemania como país de IT. Desde ahora, la Cumbre de IT se concentrará en las siete áreas de acción de la Agenda Digital. El primer paso fue dado en octubre de 2014 en la VIII Cumbre Nacional de IT, en Hamburgo, donde Sigmar Gabriel, el ministro federal de Economía, saludó a más de 800 altos representantes de la política, la economía y la ciencia. Bajo el lema “Trabajar y vivir en la transformación digital: juntos, innovadoramente, autodeterminados”, expertos debatieron en tres foros sobre temas centrales de la Agenda Digital.
“La economía digital es un importante sector económico, que queremos seguir apoyando con numerosos programas y medidas. El Ministerio Federal de Economía destinará para eso unos 430 millones de euros hasta 2018”, dijo Gabriel. Más de 91.000 empresarios y 900.000 empleados trabajan ya hoy en el sector. Con una participación del 4,7 por ciento en la creación de valor industrial, se halla al mismo nivel que la fabricación de automóviles y antes de la fabricación de maquinaria. En la cumbre fueron presentados además los primeros resultados del Informe de Monitoreo de la Economía Digital 2014. En una comparación de 15 países, Alemania ocupa varios buenos puestos. En la facturación en las áreas de la tecnología de información y comunicación (IKT) ocupa, con una participación del 4,3 por ciento, el quinto lugar en el mundo. En el uso de nuevas tecnologías en la empresa se halla en el cuarto lugar. Déficits se registran, sin embargo, aún en la exportación de IKT (puesto 12 en la comparación internacional).
Con la Agenda Digital, el Gobierno Federal se planteó el objetivo de hacer de Alemania hasta 2018 el país de mayor crecimiento digital en Europa. Es un desafío mayúsculo. Pero Internet no es tampoco un espacio de cosas pequeñas. ▪