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La senda hacia la unidad

La Revolución Pacífica de noviembre de 1989 hizo posible la reunificación de Alemania. Simultáneamente terminó la “era de la confrontación y de la división de Europa”. Un panorama de los sucesos, parte 2

27.03.2014
© picture-alliance/Sven Simon - German unity

El colapso de la RDA y la reunificación de Alemania once meses más tarde, el 3 de octubre de 1990, no hubieran sido pensables sin los cambios que se produjeron en la URSS desde mediados de los años 80. Para modernisar la URSS, el jefe de Estado y partido Mijaíl Gorbachov había apostado por amplias reformas. Gorbachov renunció también a la hegemonía del bloque soviético sobre el Bloque del Este y aspiraba a una mayor cooperación con Occidente. Con ello abrió paso a una paulatina democratización de los países del Este de Europa. Sobre todo Polonia y Hungría aprovecharon las nuevas posibilidades. En mayo de 1989, los húngaros comenzaron a abrir un demostrativo agujero en la «Cortina de Hierro». La apertura total de la frontera húngara hacia Occidente tuvo lugar el 11 de septiembre de 1989.

 

Con la revolución pacífica en la RDA, la reunificación de ambos Estados alemanes se había transformado en posible, lo que muchos no habían siquiera podido imaginar. Pero antes tuvieron lugar en la RDA, el 18 de marzo de 1990, por primera vez elecciones libres para la Asamblea Popular. Los temas de la campaña electoral fueron sobre todo la forma y velocidad de la aspirada unificación con Alemania Occidental. El 18 de mayo de 1990 fue firmado el Tratado de Unión Económica, Monetaria y Social entre ambas Alemanias. Como el sistema económico de la RDA era irreformable, la RDA asume el 1 de julio de 1990 el sistema económico de Alemania Federal. Poco después comenzaron en Berlín las negociaciones acerca del Tratado de Unión. Aún antes del fin de las negociaciones, la Asamblea Popular aprueba el 23 de agosto de 1990, en una sesión extraordinaria, la adhesión de la RDA al ámbito de vigencia de la Constitución de Alemania Federal el 3 de octubre de 1990.

 

Debido a los derechos y responsabilidades de las cuatro potencias vencedoras de la II Guerra Mundial con respecto a Alemania en su conjunto y a Berlín en particular, una reunificación sin su consentimiento era imposible. Las potencias vencedoras acordaron en febrero de 1990 llevar a cabo negociaciones conjuntas con ambos Estados alemanes. En el «Tratado acerca de las regulaciones finales sobre Alemania», llamado también “Tratado Dos más Cuatro”, entre la República Federal de Alemania y la RDA por un lado y Francia, Gran Bretaña, la Unión Soviética y los Estados Unidos por otro, fueron regulados el 12 de septiembre de 1990 los aspectos de derecho internacional de la reunificación. Alemania recobró de esa forma también su completa soberanía.

 

En la noche del 3 de octubre de 1990, miles de personas festejaron delante del edificio del Reichstag, en Berlín, la adhesión de la RDA a Alemania Federal. Con ello se había reconstituido la unidad estatal de Alemania luego de más de cuatro décadas de división.

 

En Alemania había caído el Muro… y en el mundo cayó la Cortina de Hierro entre el Este y Oeste. Ya a fines de noviembre de 1990, los Estados de la OTAN y los del Pacto de Varsovia firman en la cumbre de la CSCE en París el primer amplio tratado de desarme en relación con las fuerzas armadas convencionales. La Carta de París para una nueva Europa declara acabada la «era del enfrentamiento y de la división de Europa» y el comienzo de una «nueva era de democracia, paz y unidad». Finalmente, la cumbre de la OTAN en Roma, exactamente dos años después de la caída del Muro de Berlín, el 7 y 8 de noviembre de 1991, da oficialmente por concluido el conflicto Este-Oeste. La Guerra Fría había pasado a ser parte de la historia.