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Una médica en misión con la Bundeswehr

La soldado de la Bundeswehr Alexandra Dejonckheere está desplegada en el Cuerpo Franco-Alemán en Francia y ha participado en la misión de la ONU en Malí.  

Julia Egleder , 19.03.2025
La médica militar Alexandra Dejonckheere en Malí
La médica militar Alexandra Dejonckheere en Malí

Alexandra Dejonckheere tenía claro desde los tres años qué quería ser de mayor: ¡Médica! A los diez años, también tenía claro dónde quería trabajar: ¡en la Bundeswehr! “He sentido mi vocación desde muy joven”, cuenta la médica de 36 años. Poco antes de terminar el bachillerato, solicita ingresar en el cuerpo de oficiales médicos, y lo consigue. Estudia Medicina en Kiel y, durante las vacaciones universitarias, completa la formación militar de su carrera. Ejercicios de tiro, campamentos tácticos, prácticas con las tropas. Quien trabaja como médica en la Bundeswehr no solo debe salvar vidas, sino también aprender a protegerse a sí misma y a los demás. 

Quiero contribuir a que Alemania siga siendo un país seguro.
Alexandra Dejonckheere, médica de la Bundeswehr

¿Qué es lo que más valora de la Bundeswehr? “Me gusta la variedad: cada día trae nuevos desafíos”, afirma. También valora la camaradería, ese “increíble espíritu de unidad” entre los soldados, algo que le apasiona y le da fuerzas. Y: “Quiero ayudar al mayor número posible de personas y contribuir a que Alemania siga siendo un país seguro.” Actualmente trabaja como médica militar en Illkirch-Graffenstaden, Francia, donde están desplegados unos 650 soldados de la Bundeswehr como parte de la Brigada Franco-Alemana.  

La misión en Malí fue un desafío que esta joven madre tuvo que ganarse 

En 2020, estando embarazada de su segundo hijo, recibe la noticia: el próximo año, el batallón partirá en misión al extranjero con destino a Malí. Dejonckheere lo tuvo claro: “Iré a la misión con mis soldados.” Pero lo que sucede después demuestra una cosa: incluso en la Bundeswehr las tradicionales diferencias de género aún no se han superado. Su médico en la Bundeswehr considera que la misión es demasiado peligrosa para una madre con dos hijos pequeños. Sin consultarlo con ella, la declara no apta para el servicio. “Lo sentí como una intromisión”, afirma. Dejonckheere se impone y en 2021 viaja a Malí durante cuatro meses. Pronto se da cuenta de que su presencia allí es especialmente necesaria: muchos soldados sufren dolores de espalda y cuello, y algunos se lesionan las articulaciones. La pesada chaqueta antibalas de más de diez kilos y el equipo completo que los soldados deben cargar bajo un calor abrasador de más de 50 grados en el desierto pasan factura.  

Medicina china en el ejército alemán 

La médica trata a los soldados con analgésicos, pomadas y férulas, entre otros métodos. Solo que: a veces no es suficiente. Un médico chino le enseña a utilizar agujas de acupuntura. Y, para su sorpresa: el tratamiento funciona. En muchas ocasiones, los soldados dejan de sentir dolor en cuestión de horas. Tras su regreso de Malí, Dejonckheere amplía su formación en acupuntura, medicina tradicional china y kinesiología aplicada, una técnica que analiza las reacciones musculares para detectar problemas de salud ocultos. “Mi objetivo no es solo tratar los síntomas, sino mantener realmente sanos a mis soldados.” Porque, como explica Dejonckheere: “Para que la Bundeswehr sea capaz de defenderse, necesitamos soldados en forma y resistentes. “Y mi tarea es asegurarme de que así sea.” 

La Bundeswehr participa en numerosas misiones internacionales, ya sea en el marco de Naciones Unidas, la OTAN o la Unión Europea. Hasta 2023, participó en la misión de la ONU MINUSMA en Malí con un contingente de 20.000 efectivos.