“Europa necesita un claro liderazgo político”
¿Darán Alemania y Francia un nuevo impulso a la renovación de la UE? Se lo preguntamos al experto Henrik Enderlein.
Alemania. Henrik Enderlein es profesor de economía política en la Hertie School of Governance de Berlín y director del think tank “Jacques Delors Institut”. Ya en 2011, Jacques Delors y Helmut Schmidt le encargaron a este conocedor de las relaciones germano-francesas la coordinación del estudio “Notre Europe”, sobre el futuro de Europa. Últimamente asesoró a Emmanuel Macron en temas europeos. Cuatro preguntas sobre las relaciones germano-francesas y el futuro de Europa.
Profesor Enderlein, Heiko Maas, el ministro de RR. EE., y Angela Merkel, la canciller federal, viajaron a París inmediatamente después de la formación de Gobierno alemán. ¿Supone ello un nuevo impulso para las relaciones germano-francesas y la renovación de la Unión Europea?
Es una importante tradición en las relaciones germano-francesas visitarse inmediatamente después de la formación de Gobierno. La UE siempre se ha desarrollado cuando Alemania y Francia han dado juntas decididos pasos hacia adelante. Sin embargo, la amistad sobre la alfombra roja no es suficiente si detrás de las puertas cerradas existen líneas rojas. Por eso, me alegra que Alemania y Francia se aproximen ahora también en cuanto a contenidos. La disposición del nuevo Gobierno alemán a hacerlo está documentada en el Acuerdo de Coalición. Estoy seguro de que tanto Angela Merkel, la canciller federal, como ministros importantes para Europa, como Heiko Maas, el de RR. EE.; Peter Altmaier, el de Economía; Olaf Scholz, el de Hacienda y Ursula von der Leyen, la ministra de Defensa, pondrán a Europa bien arriba en el orden del día.
Emmanuel Macron, el presidente de Francia, realizó propuestas concretas para esa “refundación” de la UE. ¿Cómo las ve? ¿Y qué debería aportar Alemania?
La combinación de elementos visionarios y propuestas concretas en el discurso de Macron en la Sorbona me impresionó. El expresidente de la Comisión de la UE Jacques Delors dijo que los grandes europeos necesitan una visión y un destornillador. El presidente Macron tomó en serio ese motivo. Muchas de sus propuestas son, desde mi punto de vista, excelentes. Pero están formuladas desde una perspectiva francesa. Alemania debería ahora desarrollar enfoques propios. Entonces podrá comenzar una verdadera negociación. Importante en el discurso de Macron fue la afirmación de que para él no hay líneas rojas, sino solo horizontes. Eso es, sobre todo, una importante oferta de diálogo. Espero que el nuevo Gobierno alemán entable las conversaciones también con resultado abierto.
El filósofo alemán Jürgen Habermas dijo en 2017 que “falta una disposición política a actuar”, sobre todo “en vista de los problemas que solo pueden solucionarse conjuntamente a nivel europeo”. ¿Cree Ud. que esa disposición a actuar está dada ahora?
Cuán grande es su disposición a actuar lo decide el propio Gobierno alemán. Muchas etapas en el proceso europeo de unificación de las últimas décadas demostraron que un claro liderazgo político con el objetivo de fortalecer a Europa puede ser muy exitoso. La política europea es el resultado de la propia forja de voluntades. Quien solo corre detrás de quienes formulan reparos, pone en algún momento a Europa en juego. En ese sentido, Gran Bretaña debe ser para nosotros una lección.
Ya en las primeras páginas del Acuerdo de Coalición del Gobierno alemán se lee que Europa debe tomar su destino en sus propias manos. ¿Cómo ve el papel de Europa en vista de las relaciones globales de poder en transformación?
Prioritario es que la política nacional tome nuevamente el destino de Europa en sus manos. Europa es parte de la solución, no del problema. Cada vez menos desafíos pueden solucionarse solo a nivel de los Estados nacionales. Simultáneamente, todos sentimos que a nivel global surgen desequilibrios, porque es difícil conformar políticamente la globalización. La Unión Europea es el nexo perfecto entre el Estado nacional y la globalización. Con un enfoque regional podemos abordar desafíos que muchos Estados nacionales no pueden abordar solos, ya sean la digitalización, el cambio climático o la estabilidad monetaria. Europa se está transformando cada vez más en una referencia para una política más allá del Estado Nacional. Y es bueno que así sea.
Entrevista: Martin Orth