"El voluntariado es mi cable a tierra"
Seis mujeres nos cuentan por qué y cómo participan en organizaciones de ayuda en Alemania y en todo el mundo.
La ayuda humanitaria sería impensable sin cientos de miles de voluntarios. Seis mujeres cuentan por qué y cómo participan en Alemania y en todo el mundo, pero también cómo el trabajo enriquece sus propias vidas.
Regine Reim, voluntaria de la Cruz Roja alemana:
"He sido voluntaria en muchos países: como responsable, formadora, en África en una estación de ébola, haciendo pruebas de Covid19 en Semana Santa y Navidad en residencias de ancianos en Alemania, durante la catástrofe de las inundaciones en el valle del Ahr y de forma muy habitual como socorrista en festivales o eventos deportivos. Mi misión en el verano de 2022: transportes en ambulancia, cursos de primeros auxilios y distribución de ayuda en Ucrania y países vecinos. Mi labor de voluntaria es mi cable a tierra, me enseña la gratitud y me reúne con gente admirable".
Irena Straub, médico y miembro del equipo de Malteser International:
"Esta labor no me hace la vida más fácil, pero sí más bella. Las tareas que asumo en Malteser International son fascinantes y a veces desafiantes. Como en el tiempo que invierto en el voluntariado estoy ausente, dependo del apoyo de colegas, amigos y familiares que se hacen cargo de mis tareas cotidianas, por lo que mi compromiso individual es a la vez el de muchas personas".
Petja Pucci, miembro del comité de dirección de Unicef Alemania:
"La misión de UNICEF es lograr que los derechos de la infancia sean una realidad para todos los niños, independientemente de su color de piel, religión u origen. Intento estar a la altura de esta misión cada día. Este importante compromiso con el voluntariado, en el que invierto entre dos y diez horas semanales, siempre me resulta impactante y demuestra que el compromiso cívico funciona a todos los niveles y puede ser muy eficaz."
Karola Ordnung, Plan International:
"Quiero contribuir a que los niños no tengan que sufrir la pobreza, puedan desarrollarse de forma sana y libre, que se protejan los derechos de los niños y que se les trate con dignidad y respeto. He conocido a mucha gente estupenda en Plan. Y a través de las visitas a proyectos y a mi niño apadrinado, he estado en países a los que de otro modo no hubiera viajado".
Sarah Easter, responsable de comunicación de ayuda humanitaria de Care Deutschland:
"Mi función en el área de comunicaciones de ayudas humanitaria es transmitir al mundo las voces de las mujeres y las niñas de nuestros proyectos. Mi atención se centra en incrementar la visibilidad de las personas necesitadas y en el importante trabajo que los equipos de ayuda de emergencia de CARE realizan cada día. Hace poco estuve en Afganistán hablando con mujeres que están creando pequeñas empresas para poder alimentar a sus hijos".
Ha-Na Schulz, miembro de un equipo de ayuda para catástrofes de World Vision:
"Trabajar en la ayuda humanitaria me hace ver cada día las complejidades y desigualdades de este mundo del que no quiero alejarme. Aunque la pobreza es a menudo abrumadora, no quiero apartar la vista, sino hacer todo lo posible para ayudar a la gente a vivir con dignidad y mitigar el sufrimiento".
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