Una mirada sobre Europa desde Francia
La Unión Europea necesita para su futuro un gran compromiso entre París y Berlín, escribe Luc de Barochez (Le Point).
Preguntamos a periodistas de países europeos qué piensan sobre el futuro de Europa. Lee aquí la respuesta de Luc de Barochez, que escribe para el semanario francés Le Point.
Alemania y Francia necesitan más que nunca una Unión Europea fuerte. Desde hace más de seis décadas, el mercado común es fuente y garantía de su prosperidad. Pero esa construcción sin igual se halla cada vez más amenazada: por la revolución digital, el calentamiento global, cuestiones de identidad, tensiones nacionalistas y amenazas geopolíticas.
Cada vez se cuestiona más que una mayor integración sea necesaria. Por primera vez un Estado miembro, y no el menos importante, ha abandonado la Unión Europea. La “unión cada vez más estrecha”, tal como está consagrado en los Tratados, no es ya más el seguro futuro de nuestro continente.
Desde los comienzos del proyecto europeo, en los años 50, en su centro han estado dos países muy diferentes y contradictorios. La enemistad entre Francia y Alemania en el pasado llevó a los dos países a la guerra en varias ocasiones. Políticamente están organizados en forma muy diferente: centralismo jacobino por un lado y federalismo por otro; también sus ideas económicas difieren: papel clave del Estado por un lado y economía social de mercado por otro; y, por último, pero no menos importante, sus prioridades geopolíticas: el Mediterráneo por un lado y Europa Central y Oriental por otro.
Las circunstancias para un renacimiento de la UE son favorables
Pero, siempre que ha sido necesario, Alemania y Francia lograron en el pasado hacer avanzar el proyecto europeo, precisamente a través de la superación de sus diferencias. Las circunstancias para un resurgimiento son ahora favorables, ya que las encuestas muestran que el apego por la UE está creciendo entre la población. La Conferencia sobre el Futuro de Europa, que se inaugurará en mayo, podría ser un instrumento útil para ello.
Terminar de construir la casa europea es de interés nacional para nuestros dos países. La Unión Europea tiene niveles federales, como la moneda única y el sistema de libre circulación de personas de Schengen. Pero carece de responsabilidad mutua por las deudas y una defensa común creíble. Los franceses deben aceptar que el fortalecimiento de la Unión Europea requiere una mayor concentración de la soberanía; los alemanes deben aceptar que no habrá un renacimiento europeo sin una mayor solidaridad entre los Estados miembros. Sólo entonces nuestros dos países podrán relanzar el proyecto europeo.
Luc de Barochez vive en Fráncfort del Meno. Fue director de la sección Internacionales de la revista semanal Le Point, publicada en París. Anteriormente trabajó para AFP, Le Figaro y L'Opinion.
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