Recordar y explicar
La Casa de la Conferencia de Wannsee es hoy un memorial y centro educativo. Hace 80 años, los nacionalsocialistas planearon allí el asesinato de los judíos europeos.
El 20 de enero de 1942, representantes de alto rango del régimen nazi en Alemania planearon en una reunión asesinar sistemáticamente hasta once millones de judíos en Europa. Ese lugar de inconcebible horror está idílicamente ubicado a orillas de Lago de Wannsee, en Berlín: en verano, Deborah Hartmann, directora de la Casa Memorial de la Conferencia de Wannsee y sitio educativo, escucha los altavoces de la playa de Wannsee, en la orilla opuesta. “Es la ambivalencia lo que define este lugar, increíblemente hermoso e increíblemente trágico”, dice Hartmann. Ochenta años después, también una exposición en el Bundestag alemán trae a la memoria el 20 de enero de 1942. Bärbel Bas, la presidenta del Bundestag, dijo en su discurso de inauguración de la exposición: “analizar críticamente la historia alemana es una obligación para siempre”, que cada generación debe asumir nuevamente.
En 1942, el general de infantería de la SS Reinhard Heydrich organizó una reunión de 15 oficiales de la SS y funcionarios nazis en la villa de un antiguo propietario de fábrica en Am Grossen Wannsee para planificar el asesinato sistemático de once millones de judíos europeos. La decisión aparentemente había sido tomada por Adolf Hitler y sus seguidores más cercanos. Sin embargo, sería un malentendido suponer que la Shoá se decidió en la Conferencia de Wannsee, dice Matthias Hass, subdirector de la institución educativa que tiene hoy allí su sede. En esa conferencia, el asesinato indiscriminado se transformó en asesinato industrial planificado. En el momento de la conferencia, alrededor del 80 por ciento de las víctimas todavía estaban vivas. Y un año y medio después, en el otoño de 1943, el 80 por ciento estaban muertas”, dice Haas. Al final de la guerra, en 1945, habían sido asesinados seis millones de judíos en Europa.
La Casa de la Conferencia de Wannsee es muchas cosas: un lugar de recuerdo, conmemoración, investigación y educación. Allí se informa hoy sobre la propia conferencia, pero también sobre la Shoá y la historia del nacionalsocialismo. Hay visitas guiadas, seminarios y proyectos educativos para escuelas y alumnos. A la organización de los eventos ayudan voluntarios de la ONG Acción Servicio de Reconciliación para la Paz de Israel y Europa Centro-Oriental, especialmente de Polonia, Bielorrusia, Rusia y Ucrania. Desde septiembre de 2021, Alena Chuprikova trabaja en la Casa de la Conferencia de Wannsee por un año. Chuprikova viene de la ciudad rusa de Perm y, con ruso como lengua materna, es un apoyo importante en el trabajo de encuentro alemán-ruso. Por ejemplo, traduce textos para la exposición en línea germano-rusa “Recordando la injusticia”, en continuo desarrollo. Muchas otras personas ayudan en el trabajo educativo en el marco del Año Cultural Voluntario.
Una respuesta a una pregunta central no tiene tampoco el personal de la Casa de la Conferencia de Wannsee: ¿por qué seres humanos cometieron esas atrocidades, cómo padres de familia pudieron convertirse en ejecutores del genocidio? Es posible que ello nunca pueda explicarse, dice Deborah Hartmann: “Creo que tenemos que aprender a vivir con el hecho de que algunas cuestiones no pueden responderse de forma inequívoca”. (Con material de dpa)