De vuelta a la Luna
En 2024 se espera que el ser humano vuelva a pisar en la luna. Y la Agencia Espacial Europea (ESA) desempeña un papel central en esta meta.
"Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la Humanidad". Han pasado más de 50 años desde que Neil Armstrong alunizó el 21 de julio de 1969. Fue el primero de los 12 astronautas estadounidenses que pisaron la Luna entre 1969 y 1972. Desde que el astronauta estadounidense Harrison H. Schmitt abandonó la Luna en 1972, ha vuelto la calma al satélite terrestre. Esto se debe principalmente a los altos costos de una misión lunar tripulada. El programa Apolo de Estados Unidos costó más de 20 mil millones de dólares. Después de 1972, los fondos destinados a la exploración científica de la Luna se redujeron drásticamente
Construcción de una estación espacial en órbita alrededor de la Luna
Sin embargo, pronto habrá una nueva oportunidad. Para 2024 la NASA está planeando un vuelo a la Luna con el programa Artemis. El objetivo del programa es construir una estación espacial modular en la órbita de la Luna, para estudiarla científicamente desde allí. Más tarde también podría servir como estación intermedia para vuelos a Marte.
La NASA es apoyada por la Agencia Espacial Europea (ESA). Contribuye con un módulo de servicio europeo para la nave espacial Orión, que llevará a los próximos astronautas a la Luna. El módulo suministra a la tripulación agua, oxígeno, propulsión, electricidad, regula la temperatura y también sirve como tren de aterrizaje.
Tecnologías clave de Europa para el alunizaje
"El Módulo de Servicio Europeo hace una contribución transcendental, al posibilitar la investigación científica, el desarrollo de tecnologías clave y la cooperación internacional, y al servir además de inspiración para misiones en las que tripulantes abandonan la órbita terrestre inferior", explica David Parker, director de Astronáutica y Exploración Robótica de la ESA.
Más de 20.000 piezas están instaladas en cada módulo de servicio. Entre ellas se encuentran cuatro velas solares con una amplitud de 19 metros que permiten generar suficiente energía para dos hogares en el espacio, 8,6 toneladas de combustible para el motor principal y 32 pequeños motores para asegurar el rumbo hacia la Luna y el regreso a la Tierra. Con cuatro metros de altura y cuatro metros de diámetro, el módulo ocupa el primer piso del cohete Orión
Un primer módulo se utilizará ya en 2021 en un vuelo de la NASA sin tripulación. Un segundo módulo es producido actualmente por Airbus, en Bremen.
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