Exitosa red de universidades
El Centro Universitario Argentino-Alemán promueve la cooperación académica y científica entre ambos países.
Cuando Argentina celebró su centenario en 1910, el entonces Imperio Alemán aportó como regalo una fuente monumental en Buenos Aires. Menos pomposa, pero pensada para la sostenibilidad, fue la contribución de Alemania al cumpleaños del país 100 años después: la iniciativa de fundar el Centro Universitario Argentino-Alemán (CUAA-DAHZ), que se puso en marcha en 2010, el año de las celebraciones del “Bicentenario” argentino, a través de un memorando de entendimiento. Dos años más tarde, los Ministerios de Educación de ambos países firmaron un acuerdo departamental vinculante en la Embajada de Alemania en Buenos Aires. La Universidad Franco-Alemana sirvió de modelo para la “universidad en red” bilateral.
“La idea era patrocinar algo más que otro monumento”, dice el director del CUAA-DAHZ alemán, Daniel Zimmermann, al recordar el momento de su creación. La petición de las empresas alemanas con sede en Argentina de promover el intercambio académico llegó en el momento adecuado. Las empresas se quejaban de los problemas para encontrar trabajadores cualificados con experiencia en ambas culturas.
Estudios binacionales con doble titulación
Según su propia definición, el objetivo del Centro Universitario es “promover la cooperación institucional, académica y científica entre Argentina y Alemania”. En este contexto, deben crearse y promoverse programas de estudios binacionales con doble titulación.
Durante los primeros años, el apoyo financiero de la comunidad empresarial fue “crucial”, explica Zimmermann. En aquella época, el proyecto recibió casi medio millón de euros de fondos privados. Hoy en día, la financiación estatal es claramente superior. Ambos países aportan cada uno un millón de euros anuales.
Esto está dando sus frutos: “Los objetivos se están cumpliendo”, afirma Zimmermann, haciendo un balance provisional positivo. Desde el inicio, se ha apoyado a más de 1000 jóvenes en unas 40 carreras. Se han obtenido 400 dobles titulaciones. Una evaluación mostró que cerca del 90 % de los titulados han encontrado trabajo.
Énfasis en la tecnología y las ciencias naturales
Zimmermann subraya que la estructura de financiación está “totalmente descentralizada”: las universidades buscan socios en el otro país y proponen un programa bilateral. El comité científico y el grupo directivo del CUAA-DAHZ deciden sobre la elegibilidad para la financiación. Si una propuesta convence, el CUAA-DAHZ ayuda a estudiantes, doctorandos, profesores o investigadores sufragando los gastos del vuelo y las dietas de residencia. En la mayoría de los casos, se cursan dos semestres en el extranjero.
Actualmente hay 21 programas de grado, máster o doctorado ofrecidos conjuntamente por una universidad alemana y una argentina. Además, hay cuatro proyectos de investigación complementarios y ocho proyectos denominados I.DEAR. Estos últimos son programas para fomentar las ingenierías que también incluyen prácticas en empresas. Hasta ahora, en el CUAA-DAHZ han predominado los temas científicos y técnicos.
Argentina concede gran importancia al CUAA-DAHZ. El 60 % de todos los fondos destinados a la cooperación académica internacional en Argentina se destinan al CUAA-DAHZ. Según Oscar Alpa, secretario de políticas universitarias en el Ministerio argentino de Educación, hay varias razones para ello: “los lazos históricos entre los dos países, la tradición de las universidades alemanas y la presencia del Estado en la educación universitaria, que existe en ambos países”. Esto facilita la cooperación. En Argentina, además, el proyecto goza de una gran acogida por parte de todas las formaciones políticas. “El CUAA-DAHZ ya ha sobrevivido a dos cambios de Gobierno”, afirma Alpa. Se trata de una “política de Estado”, independientemente de la situación política y económica.
Nueva directora en la parte argentina
La nueva cara de la parte argentina del CUAA-DAHZ desde junio de 2023 es Hebe Leyendecker. La politóloga de raíces alemanas dirige la oficina del CUAA-DAHZ en Buenos Aires y es la primera persona de contacto de Daniel Zimmermann, cuya oficina está en Bonn. Es optimista sobre el futuro del CUAA-DAHZ: “Nos alegra que siga creciendo el interés por la cooperación entre Argentina y Alemania”. Para los jóvenes que participan en el intercambio, dice, hay muchas oportunidades: “El aprendizaje de otro idioma abre nuevas puertas, las perspectivas laborales posteriores son muy buenas”. Junto con el Ministerio argentino de Educación, están pensando en más ideas para lograr aún más con los fondos disponibles, por ejemplo profundizando la cooperación entre las universidades y con formatos virtuales. De este modo, podrían participar más estudiantes y los efectos de la cooperación podrían ser aún mayores.
El CUAA-DAHZ se ha convertido desde hace tiempo en parte integrante de las relaciones germano-argentinas, ofreciendo grandes oportunidades a los jóvenes: “El intercambio fue una experiencia muy enriquecedora”, afirma Francisco Veniard, estudiante argentino que participó en el programa I.DEAR. Dice que en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín (Berliner Hochschule für Technik) pudo estudiar asignaturas que no se ofrecían en la Universidad Católica Argentina (UCA). Hoy estudia un máster doble en la Universidad de Buenos Aires y la TU de Berlín. “Fue una gran oportunidad; no puedo más que recomendarla”.