Rayos de esperanza: ideas curiosas que hacen el mundo un poco mejor

Alimentos para el universo 

¿Tomates, pimientos o fresas del espacio? Lo que a priori suena extraño es una cuestión central para los investigadores en el camino hacia largas misiones espaciales o la colonización de otro planeta. De 2018 a 2023, se probó el cultivo de alimentos en un entorno hostil: investigadores del Centro Aeroespacial Alemán cosecharon más de una tonelada de verduras, lechugas y hierbas en el invernadero EDEN ISS de la Antártida.  

Ahora, el invernadero de pruebas se está reformando: los y las astronautas van a entrenarse aquí en el cultivo de alimentos para su posible uso en la Luna. Sin embargo, EDEN también se utiliza para investigar cómo la producción de alimentos puede tener éxito en condiciones climáticas difíciles, por ejemplo en desiertos o regiones árticas.  

Con posavasos contra los vertidos de petróleo 

Los posavasos suelen encontrarse en los bares. Sirven para evitar que entren insectos en el vaso, como material de construcción para castillos de naipes o para anotar el número de un teléfono móvil. La empresa Katz, del norte de la Selva Negra, lleva 120 años fabricando los clásicos posavasos. Desde hace unos años, también fabrica un modelo completamente distinto: los Liquid Binder Boards se parecen a los posavasos, pero están hechos de cartón especialmente absorbente fabricado con pulpa de madera; pueden absorber petróleo, gasolina y gasóleo. Si se filtra petróleo en una masa de agua, se arrojan los cartoncillos al agua contaminada desde un barco. Una vez absorbido, su material ya no libera el petróleo almacenado en su interior. Aunque hayan ligado los contaminantes, los cartoncillos siguen flotando en la superficie y pueden recuperarse fácilmente. Estos posavasos son, por tanto, una ayuda rápida y eficaz en caso de contaminación del agua.  

Edificios vivos hechos de árboles y acero 

¿Edificios o vegetación? Es el eterno conflicto de la planificación urbana. Pero hay otro camino, como demuestra la arquitectura botánica. Combina edificios con árboles y estos se fusionan con otros materiales, como el acero, convirtiéndose en elementos portantes y fachadas. El catedrático Ferdinand Ludwig es el experto en arquitectura botánica de Alemania. Entre sus proyectos figuran una pasarela de 22 metros de longitud a 2,5 metros de altura sostenida únicamente por sauces y un cubo de diez metros de altura hecho con plátanos al que se puede subir como si fuera un mirador. En perspectiva, parece que se apoya únicamente en los árboles. Naturaleza y arquitectura se unen: de este modo, las ciudades en particular pueden beneficiarse de las propiedades climáticas positivas de los árboles.