Cordón umbilical para millones de personas
deutschland.de pregunta cómo será la movilidad del futuro: El teleférico de La Paz, la capital de Bolivia: una alternativa democrática de transporte.
Con el teleférico al trabajo por la mañana o al centro comercial por la tarde. Solo hay que subir a una góndola y disfrutar del paisaje mientras se viaja por el aire sobre los techos de La Paz a una velocidad de 19 kilómetros por hora. Un sistema de transporte limpio, sin atascos ni gases de escape. Durante el viaje se puede echar un vistazo a las sala de estar o los patios traseros de los vecinos o simplemente disfrutar del panorama de los picos nevados de los Andes. Este es el moderno sistema de transporte público de Bolivia. Los funiculares como forma alternativa de transporte gozan de cada vez más aceptación en América Latina, porque a muchas grandes metrópolis de la región amenaza el colapso de tráfico.
Ciudades como Caracas, Río de Janeiro o Medellín, con sus colinas y montañas, son ideales para este tipo de infraestructura. Por eso, desde hace algunos años, alcaldes y presidentes apuestan cada vez más por funiculares como medio de transporte urbano. El tráfico simplemente es trasladado a las góndolas.
En La Paz, situada en los Andes a una altitud de 3.600 metros, se ha creado la red de teleféricos urbanos más desarrollada, ramificada y extensa del mundo. Tiene más de 30 kilómetros de longitud, repartidos en diez líneas. Es una especie de metro en el aire, que une La Paz y sus dos millones de habitantes con El Alto, la ciudad dormitorio a 4.000 metros sobre el nivel del mar. El "Teleférico" transporta a 100.000 personas por día y es una especie de cordón umbilical de acero que conecta a las dos ciudades.
Transporte económico para personas de escasos recursos
En El Alto viven numerosas personas de escasos recursos que van a La Paz todos los días a vender sus productos en los mercadillos o a trabajar en hogares o tiendas. Antes tenían que pasar horas en minibuses para bajar a la metrópoli y volver. Ahora, con las góndolas llegan a La Paz más cómoda y rápidamente. El teleférico ahorra a los pasajeros un 22 por ciento de tiempo en promedio.
Además de los aspectos de tiempo y ambientales, el teleférico de La Paz también tiene un carácter democrático, porque es usado por pobres y ricos y combina modernidad con tradición. Lo que estaba muy lejos y muy arriba o muy abajo y parecía inaccesible, está ahora mucho más cerca: a un corto viaje en góndola. Desde que se abrió la primera línea en 2014, la capital boliviana ha cambiado mucho. Y la expansión de la red de teleféricos continúa. En 2020 será inaugurada la línea número once. El objetivo del Estado como operador es llegar a 300.000 usuarios por día.
¿Qué aprendemos?
Los teleféricos son una alternativa silenciosa y limpia, que además ahorra espacio, no solo en ciudades en medio de montañas, como La Paz. Además, es una solución más sencilla, barata y rápida que, por ejemplo, la construcción de un metro.
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