Así pretenden las industrias del cemento y el acero reducir sus emisiones de CO2
Alemania se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática de aquí a 2045: los innovadores conceptos de las industrias de alto consumo energético contribuirán a lograr este objetivo.
Muchos sectores industriales demandan una gran cantidad de energía, lo que no facilita precisamente la lucha contra el cambio climático. No obstante, la industria alemana está cumpliendo la Ley Federal de Protección del Clima, que marca el camino hacia la neutralidad climática en 2045. Dos ejemplos que ilustran cómo consiguen sus objetivos los grandes contaminadores:
Hormigón verde - Heidelberg Materials
Después del agua, el hormigón es el material más utilizado en todo el mundo. Su producción libera necesariamente grandes cantidades de CO2, lo que representa alrededor del 8% de las emisiones totales de CO2 en todo el mundo. Sin embargo, la industria alemana se ha propuesto alcanzar la neutralidad climática en 2045. El camino hasta allí: capturar, almacenar o procesar el dióxido de carbono. Heidelberg Materials (antes HeidelbergCement) es uno de los mayores fabricantes de cemento del mundo, que cuenta con una plantilla de 51.000 empleados y factura 21.000 millones de euros. Actualmente, la empresa está construyendo una planta en Noruega en la que el CO2 se captura por completo y se almacena posteriormente. “Esto nos va a permitir en 2025 ser los primeros en ofrecer cemento certificado y totalmente descarbonizado en todo el mundo; nadie más es capaz de hacerlo todavía”, afirma Dominik von Achten, consejero delegado, en una entrevista.
Acero verde - Thyssenkrupp
Entre los principales fabricantes de acero del mundo se encuentra Thyssenkrupp, con sede en Essen y 96.000 empleados. El grupo se ha fijado un objetivo claro para sus actividades globales: “De aquí a 2050, como máximo, queremos ser climáticamente neutrales, pero mucho antes a nivel de empresas y países individuales.” Debido a su ingente consumo energético, las acerías son las mayores emisoras industriales de CO2: sus emisiones son mayores que las de las industrias química y cementera juntas. La industria siderúrgica apuesta por la energía verde: hidrógeno y electricidad climáticamente neutrales. Esto debería reducir las emisiones en un 30% hasta 2030, afirma la Federación Alemana del Acero. Para ello, Thyssenkrupp persigue soluciones innovadoras. La innovadora planta tkH2Steel de Duisburgo producirá en pocos años “acero de primera calidad utilizando electricidad e hidrógeno verdes en la planta de reducción directa, y ya no en el alto horno de carbón”, según afirma la empresa.