Empresas internacionales invierten en Alemania
Alemania es un país muy atractivo para las empresas internacionales. Tres ejemplos de inversiones de miles de millones.
Alemania es uno de los principales países exportadores del mundo. Pero la Republica Federal también atrae inversiones de todo el mundo: las empresas internacionales apuestan por Alemania a la hora de construir centros de desarrollo o grandes fábricas. Tres ejemplos de distintas regiones del país.
Centro de desarrollo de Apple en Múnich
La empresa tecnológica estadounidense construyó en Múnich y los alrededores de la capital del estado federado de Baviera su centro de desarrollo más grande de Europa. Tanto si se trata de tecnologías inalámbricas, conectividad o chips más potentes: las tareas fundamentales las realizan alrededor de 2000 empleadas y empleados en Múnich. En el centro de la capital bávara también se construirá un Apple Campus. Para el director ejecutivo de Apple, Tim Cook, Alemania reviste una gran importancia: “Múnich ha sido un hogar para Apple desde hace cuatro décadas. Estamos muy agradecidos con la ciudad y con Alemania por todo lo que hemos conseguido juntos y aguardamos con ilusión el camino que tenemos por delante”, afirmó Cook en 2021.
Gigafábrica de Tesla cerca de Berlín
Otra inversión de miles de millones fue la construcción de la gigafábrica de Tesla en Grünheide, Brandeburgo, en las cercanías de Berlín. Se trata de la primera planta europea del fabricante de vehículos eléctricos. Desde principios de 2023, se producirán allí 3000 vehículos Model Y por semana. En una primera etapa, Tesla fabricará alrededor de 500 000 vehículos al año. Después de la correspondiente expansión, se espera que se fabriquen hasta un millón de vehículos al año en Alemania. Alrededor de 12 000 personas trabajarán para este fabricante de vehículos.
La fábrica de chips más grande del mundo en el Sarre
El fabricante de chips estadounidense Wolfspeed quiere construir la fábrica de semiconductores de carburo de silicio más grande del mundo en el Sarre, en la frontera con Francia. Se invertirán más de 2000 millones de dólares en la nueva planta, situada en el terreno de una central eléctrica de carbón abandonada en Ensdorf. “Para nosotros era importante contar con una instalación en el corazón de Europa, cerca de muchos de nuestros clientes y socios”, explicó el director ejecutivo de la empresa, Gregg Lowe. El canciller federal, Olaf Scholz, destacó: “La construcción de esta fábrica supone el regreso de la revolución industrial a Ensdorf. Todo indica que los semiconductores de carburo de silicio desempeñarán un papel fundamental en el campo de las nuevas energías renovables, las telecomunicaciones y, principalmente, en la electromovilidad”.
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