Investigación para una mayor seguridad
Qué tienen que ver las nueces de anacardo con el asfalto innovador es algo que bien saben los expertos del Instituto Federal de Investigación y Ensayo de Materiales (BAM).

La red de carreteras de Alemania abarca unos 830.000 kilómetros. Eso equivale a más del doble de la distancia entre la Tierra y la Luna. Para mantener la infraestructura vial, es necesario renovar las carreteras con regularidad. Es una tarea enorme, no solo por la cantidad de carreteras, sino también por los materiales que se utilizan. Para renovar las carreteras, se suele utilizar betún, un material derivado de recursos fósiles que perjudica al medio ambiente. El Instituto Federal de Investigación y Ensayo de Materiales (BAM) está investigando una solución más sostenible. Los agentes rejuvenecedores para el asfalto son de origen biológico, lo que mejora considerablemente el impacto ambiental de los nuevos pavimentos. Los primeros avances se han logrado con aceites obtenidos de nueces de anacardo.
Historia del Instituto Federal de Investigación y Ensayo de Materiales

El proyecto es solo uno de los muchos estudios innovadores de investigación de la BAM, una institución estatal con más de 150 años de historia, adscrita al Ministerio Federal de Economía y Protección del Clima. Cuando en la Revolución Industrial de la década de 1870 los puentes se derrumbaban una y otra vez por fallos en los materiales, el Estado decidió investigar el problema y fundó la BAM.
Investigación para un agua potable más limpia
Un proyecto sobre agua potable, actualmente en marcha por encargo de la Unión Europea, está estrechamente ligado a la química. La BAM está desarrollando un método para detectar de forma rápida contaminaciones fecales en el agua potable. Hasta ahora, la detección de estos gérmenes es costosa y lleva mucho tiempo. Si el proyecto tiene éxito, será posible realizar pruebas de agua de forma sencilla con un smartphone, utilizando una membrana filtrante y un chip.
Hacer el cemento más sostenible, detectar infartos a tiempo

Un proyecto sobre la producción de cemento podría suponer un avance revolucionario para el sector de la construcción. La BAM quiere aportar una “contribución decisiva” para reducir las emisiones de CO2 en la industria del cemento. Los investigadores buscan sustituir las materias primas por residuos industriales. La escoria de acería, que hasta ahora suele acabar en vertederos, podría sustituir al clínker en la producción de cemento. Esto haría que la producción de cemento fuera mucho más sostenible.
La BAM también trabaja en el ámbito de la prevención sanitaria: uno de sus proyectos se centra en un biosensor fotónico diseñado para permitir un diagnóstico rápido y temprano de los infartos de miocardio.