Avanzar en la protección del clima desde Bonn
La Secretaría de la ONU para el Cambio Climático, con sede en Bonn (Alemania), apoya a los Estados en la lucha contra el cambio climático y establece sus propias prioridades.
La protección internacional del clima es “un proceso lento y complicado”. Así lo describió en una ocasión Simon Stiell, responsable de la Secretaría de la ONU para el Cambio Climático desde 2022. Y la secretaría, con sede en Bonn, en el oeste de Alemania, tiene un papel especial y muy importante que desempeñar al respecto. Stiell y sus 450 empleados, procedentes de más de 100 naciones, no sólo apoyan a los países en la lucha contra el cambio climático y organizan conferencias sobre el clima. También recopilan los datos de emisiones de los países para disponer de cifras fiables sobre la situación de la comunidad mundial en la protección del clima y la distancia que queda por recorrer para alcanzar los objetivos climáticos.
Al mismo tiempo, sin embargo, la secretaría actúa como pionera, promoviendo una mayor cooperación y ambición, forjando alianzas con empresas, fundaciones, organizaciones no gubernamentales y la comunidad científica con el fin de sumar al mayor número posible de actores a la tarea global de protección del clima. “Hace ya 30 años, los países reconocieron que el cambio climático es un problema que tenemos que resolver”, afirma Stiell. Pero también advierte: “El tiempo se acaba, tenemos que acelerar. El cambio climático no nos espera”.
Los inicios de las conferencias sobre el clima
Hace más de tres décadas, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) acogió las primeras conferencias mundiales sobre el cambio climático en Ginebra y Toronto, contribuyendo a incluir el tema en la agenda política internacional. Ya en 1988, Naciones Unidas decidió crear un órgano de expertos para poner en común los conocimientos científicos: el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
El Consejo publicó su primer informe de situación dos años más tarde. En aquella época, la investigación sobre el clima estaba aún empezando. Los escasos ordenadores de las instituciones de investigación tenían una potencia de cálculo y una capacidad de almacenamiento que parecen extremadamente modestas desde la perspectiva actual. Pero a pesar de todo, el informe del Consejo de la ONU para el Clima era asombrosamente preciso y sus conclusiones básicas fueron confirmadas por todos los demás informes: el cambio climático es consecuencia de los actos humanos. Para frenar el aumento de las temperaturas hay que reducir rápida y globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con el fin de resolver el problema climático, el primer informe del IPCC recomendaba convocar conferencias mundiales. La Asamblea General de la ONU hizo suya esta propuesta e inició las negociaciones de la Convención Marco sobre el Cambio Climático, que fue firmada por 154 Estados en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro (Brasil) en 1992 y entró en vigor dos años después. Desde entonces, 198 Estados forman parte de la Convención: casi todos los países del mundo. El objetivo: evitar interferencias humanas peligrosas en el sistema climático y hacerlo con la rapidez suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten de forma natural y se desarrollen de forma sostenible.
La “Conferencia de las Partes”, abreviado COP por sus siglas en inglés, es el término técnico con el que se conoce a las conferencias mundiales sobre el clima que se celebran anualmente desde 1995. Más concretamente: Conferencia de las Partes de la CMNUCC. Esta abreviatura significa Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. La Secretaría de la ONU para el Cambio Climático, cuya creación se decidió en la primera conferencia de Berlín, lleva el mismo nombre. La propia secretaría se denomina “ONU Cambio Climático”.
Sede de la Secretaría de la ONU para el Cambio Climático en la “Torre del clima”
La institución tiene su sede en Bonn desde 1996. Ginebra y Toronto, las ciudades donde se celebraron las primeras conferencias de la OMM, también presentaron su candidatura. El hecho de que se eligiera Bonn se debe principalmente a la excanciller alemana Angela Merkel, que era entonces ministra de Medio Ambiente e hizo campaña para que la antigua capital alemana fuera la sede de la Secretaría para el Cambio Climático. Entretanto, se ha construido en Bonn un gran campus de las Naciones Unidas. Más de 20 organizaciones de las Naciones Unidas están representadas allí y utilizan, entre otras cosas, la antigua Cámara de Representantes “Langer Eugen”. Desde 2022, la recién construida “Torre del clima” es la sede de la Secretaría para el Cambio Climático.
También se celebran en el campus las reuniones anuales de primavera, que son “pequeñas conferencias sobre el clima” con unos pocos miles de participantes para preparar las grandes cumbres de finales de año. A las grandes conferencias sobre el clima suelen asistir muchas más de 20 000 personas. A las conferencias no sólo viajan delegaciones gubernamentales, sino también representantes de la sociedad civil, el mundo empresarial, la ciencia y los medios de comunicación.
La organización de las conferencias sobre el clima corre a cargo de la Secretaría para el Cambio Climático. Pero es el país anfitrión el que lleva la voz cantante. Proporciona el presidente de la conferencia, dirige las negociaciones y puede establecer sus propias prioridades. Por tanto, el éxito de una conferencia depende también de la capacidad negociadora del país anfitrión. La tarea de la Secretaría para el Cambio Climático es la que ya implica el término secretaría: ayudar en la organización y administración para que se pueda avanzar.