Del zoológico a la naturaleza
Ibis eremita en España, tortugas en Asia, caballos salvajes en Kazajistán: la importante función de los zoológicos alemanes para la protección de especies.
¿Qué sería de la vida del ibis eremita sin zoológicos? Muy probablemente estaría extinto. Hace tiempo que prácticamente no se lo ve en estado silvestre. Siglos atrás se consideraba un plato sofisticado y la especie quedó prácticamente aniquilada. Sin embargo, ahora pueden encontrarse de nuevo libres en la naturaleza. El zoológico de Heidelberg llevó este año cuatro jóvenes ibis eremita a la ciudad española de Jerez de la Frontera. Allí, las aves migratorias se integraron en un proyecto de cría con el fin último de liberarlos a la naturaleza. Debido al éxito del proyecto, ya pueden encontrarse nuevamente ibis eremita viviendo libres. Son muchos los zoológicos de Europa que han apoyado este amplio proyecto de conservación, como el Weltvogelpark Walsrode de Baja Sajonia en Alemania.
La importancia de los zoológicos para la conservación de la biodiversidad no es una cuestión para subestimar. Jörn Junhold, director del zoológico de Leipzig y presidente de la asociación alemana de jardines zoológicos, sugiere, incluso, añadir los zoológicos a la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2030. El argumento de la asociación es que los zoológicos educan a la población y conservan especies, como el ibis eremita. Alrededor de 50 especies se han salvado ya de la extinción gracias a los jardines zoológicos. 19 zoológicos, incluso, cuentan con sus propias unidades destinadas a reintroducir a los animales en la naturaleza. En promedio, en los zoológicos de Alemania hay 171 especies diferentes y casi un quinto de estas especies está amenazada en la vida silvestre.
Cría y reintroducción en la naturaleza
Los proyectos de conservación y reintroducción necesitan, sobre todo, tiempo. En el zoológico Allwetterzoo Münster, se halla hace poco más de 20 años el centro internacional de protección de tortugas, cofundado por personas particulares comprometidas, y cuyo objetivo es salvar de la extinción a especies de tortugas de Asia que se encuentran en peligro. Así, en Münster se logró que la tortuga cuora zhoui se reproduzca. En el caso de la tortuga terrestre del bosque de Sulawesi que también se halla en grave peligro de extinción, Münster es el único lugar de Europa en el que se cría. A pesar de estos éxitos, los retos continúan siendo grandes: aún no se ha podido reintroducir a las tortugas en la naturaleza.
Sin embargo, con otras especies ha habido notables avances: en el año 2024, volvieron a asentarse por primera vez caballos de Przewalski en Kazajistán. Cuatro de los siete caballos salvajes estaban en el zoológico de Berlín. Junto con otros tres ejemplares de Praga, ahora constituyen una nueva manada. Un nuevo hito en la lucha por la conservación de la biodiversidad.