La destrucción de armas químicas
En Geka, una empresa perteneciente al Estado alemán de Münster, se eliminan materiales residuales de armas químicas sirias.
Cuando en el verano de 2013 Siria acordó, bajo la presión de la comunidad internacional, la destrucción de sus armas químicas, el alivio fue manifiesto. Sin embargo, dos cuestiones importantes continuaban pendientes. ¿Dónde se destruirían esas armas? ¿Y cómo? Finalmente, las Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) decidieron el transporte y destrucción fuera de Siria. El navío estadounidense "Cape Ray" asumió la labor de neutralizar los peligrosos materiales en el mar Mediterráneo, escoltado y protegido por una fragata alemana. Y Alemania se compromete a eliminar con bajo impacto ecológico grandes cantidades de sustancias nocivas.
La destrucción se podría concluir ya en 2014
No son muchos los países que cuentan con las capacidades y los conocimientos necesarios para eliminar estas armas de guerra químicas. De esto se encarga la empresa perteneciente al Estado alemán Geka para la eliminación de armas químicas y equipos contaminados, de Münster, fundada en 1997, que trata materiales residuales de las guerras mundiales. Una vez que las armas químicas en la nave son descompuestas por adición de agua y otras sustancias en un sistema cerrado mediante hidrólisis, el producto del hidrolizado es vertido en tanques y transportado a Alemania. Esta sustancia acuosa, salina, y ligeramente tóxica es comparable a residuos industriales convencionales, como los que ya son tratados por incineración en Europa en grandes cantidades en plantas especiales. Después de la incineración con purificación de emisiones de gas quedan como resto solo sales inofensivas. Un total de 370 toneladas de armas químicas líquidas de Siria deben ser eliminadas. Si todo marcha según el plan, la destrucción se podrá completar en el año 2014.
