Proteger los derechos de los niños, forjar el futuro
Cómo Leana Podeszfa, empleada de ACNUR, ofrece perspectivas a los niños refugiados.
Leana Podeszfa trabaja como oficial de protección en la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Líbano. Junto con su equipo, vela por los derechos y el bienestar de los niños refugiados. Nos ha contado lo que la motiva.
“Para mí, la protección de la infancia no significa solo dar a los niños un espacio seguro, sino también implicarlos en las decisiones que afectan a sus vidas. Esta es la idea que queremos poner en práctica en nuestro trabajo en ACNUR. Vemos una cantidad increíble de sufrimiento cada día, pero podemos contribuir activamente a aliviarlo: eso me motiva mucho. Llevo tres años trabajando para ACNUR en Líbano, y antes trabajé en Etiopía, Pakistán y Kenia, entre otros lugares. Cada país conlleva sus propios retos e innumerables momentos conmovedores.
La situación en el Líbano es muy estresante para los niños y sus familias. Intentamos no solo cubrir las necesidades básicas de los niños, como alojamiento y comida, sino también promover su estabilidad psicológica. Jugar, hacer manualidades y aprender juntos son una parte realmente importante del desarrollo de los niños, incluso en contextos como estos.
Tuve una experiencia clave cuando estuve en Pakistán hablando con una familia afgana que había huido a Quetta. La hija me contó su sueño de estudiar el universo. A pesar de la precaria situación, tenía una motivación extraordinaria. Momentos como este me demuestran una y otra vez lo fuertes que pueden ser los niños y que tenemos la responsabilidad de darles perspectivas.
Mi trabajo es un recordatorio constante de que los niños, vengan de donde vengan, siempre quieren lo mismo: un futuro seguro y bueno. Por cierto, esto coincide con el deseo más urgente que los padres tienen para sus hijos. Si con mi trabajo puedo ayudar al cumplimiento de estos deseos, esa es la mayor motivación para mí”.
Casi la mitad de todos los refugiados del mundo son niños. Un número cada vez mayor de ellos viaja sin acompañante, por lo que corren especial riesgo de convertirse en víctimas de explotación, violencia o abusos. ACNUR se ha comprometido a garantizar que todas las personas que huyen de la violencia, la persecución o la guerra tengan derecho a solicitar asilo y encontrar un refugio seguro. Durante más de medio siglo, ACNUR ha ayudado a millones de personas a empezar una nueva vida. En Alemania, ACNUR colabora con la asociación UNO-Flüchtlingshilfe como socio donante. Alemania es uno de los socios más importantes de ACNUR y apoya a los niños refugiados tanto como país de acogida de refugiados como en calidad de donante importante para programas de ayuda global.