Investigación en el espacio
Investigadores alemanes trabajan en apasionantes proyectos espaciales internacionales. Te presentamos tres proyectos.
Tecnologías cuánticas para el espacio
Se emplean en ámbitos en los que la tecnología clásica llega a sus límites: las tecnologías cuánticas permiten desarrollar aplicaciones completamente nuevas y obtener prestaciones hasta ahora inalcanzables en campos como la tecnología de sensores y la simulación, o en las redes de comunicación y los ordenadores. La doctora Lisa Wörner, del Instituto de Tecnologías Cuánticas del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), estudia junto con colegas de la NASA los átomos ultrafríos y condensados en la Tierra y en el espacio. Su trabajo impulsa la investigación y el desarrollo de futuros sensores cuánticos. Estos son tan sensibles y precisos que permiten detectar los campos magnéticos de un átomo o las más pequeñas desviaciones gravitatorias subterráneas.
Búsqueda de vida en el universo
“Wolf 1069 b” es el nombre de un exoplaneta -es decir, un planeta situado fuera de nuestro sistema solar- recientemente descubierto y que posee interesantes propiedades: su temperatura podría permitir la existencia de agua líquida y, por tanto, de vida. Además, el planeta posee una masa similar a la de la Tierra y podría albergar una atmósfera. Su descubridora es la Dra. Diana Kossakowski, del Instituto Max Planck de Astronomía, junto con su equipo. En el llamado proyecto Carmenes, han desarrollado un instrumento propio destinado a la búsqueda de mundos compatibles con la existencia de vida. Este dispositivo se emplea en el Observatorio de Calar Alto (España).
Cultivo de plantas en el espacio
El viaje a Marte dura más de medio año. El “planeta rojo” continúa estando demasiado lejos para realizar investigaciones más exhaustivas. Pero el objetivo parece cada vez más tangible. En el futuro, podrían realizarse vuelos tripulados a Marte y otros planetas distantes. Pero, ¿qué comerán los astronautas en viajes tan largos? Un experimento recientemente desarrollado, denominado “trébol de la suerte”, podría revelar qué plantas resultan más adecuadas para su cultivo en el espacio durante una misión de larga duración. Ha sido concebido por diez estudiantes de la Universidad Leibniz de Hannover (LUH) y del Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam (AIP). Resultaron ganadores del concurso “Überflieger 2” del DLR y se les permitió enviar su experimento a la Estación Espacial Internacional (ISS) en marzo de 2023.