Fábricas de bicicletas en Alemania
Fabricantes alemanes diseñan bicicletas a medida y desarrollan nuevas soluciones.
Las bicicletas son muy populares en Alemania. Son limpias para el medio ambiente y saludables para el ciclista. Desde hace algún tiempo se han puesto de moda. Elegantes modelos, que son ya símbolos de estatus, se exhiben en escaparates de tiendas especializadas. Los alemanes poseen más de 70 millones de bicicletas y gastan en promedio unos 500 euros por cada velocípedo. Sin embargo, la industria alemana de la bicicleta prácticamente ya (casi) no existe. En cantidades significativas solo se producen bicicletas fuera de Alemania. Líder del mercado es la empresa japonesa Shimano a gran distancia de la segunda, la estadounidense Sram, que por cierto aún mantiene en Schweinfurt, Baviera, un departamento de I + D con 80 ingenieros. El único fabricante alemán que aún produce componentes a escala industrial es Magura, en Bad Urach, cerca del Jura de Suabia.
Reinventando la rueda
Cuando se trata de calidad e innovación los pequeños fabricantes alemanes son muy demandados. Son el laboratorio de desarrollo de aquellos productos que más tarde se producen en serie sobre todo en Extremo Oriente. Las fábricas alemanas, en cambio, producen individualmente de acuerdo con las necesidades del cliente y presentan siempre nuevas soluciones. Müsing, en Westerwald, es un buen ejemplo. Los clientes ensalzan su versátil configurador de producto. Rohloff es uno de aquellos fabricantes de componentes que construyen bicis en base a materiales de alta calidad y métodos secretos de fabricación. Los cambios integrados de rueda de bicicleta fabricados por la compañía del Norte de Hesse son referencia obligada a escala mundial. Y el fabricante Canyon, de Coblenza, gana un premio tras otro, tanto por el rendimiento como por el diseño. Es como si en Alemania se reinventara una y otra vez la rueda.
