“Un motor para el desarrollo”
En el mundo existen unos 150 millones de migrantes laborales. En la reunión del “Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo”, en Berlín, uno de los temas centrales es el futuro de esos trabajadores.
Alemania y Marruecos ejercen en 2017/2018 juntos la presidencia del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD). El FMMD es una plataforma que desde hace diez años reúne a representantes de Gobiernos y la sociedad civil. Del 28 al 30 de junio de 2017 tiene lugar en Berlín una cumbre del FMMD. Götz Schmidt-Bremme es el embajador alemán de la presidencia del FMMD. Le preguntamos qué expectativas están puestas en la conferencia.
¿Por qué participa Alemania en el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo?
Partiendo de la pregunta: ¿cuáles son la responsabilidad y los intereses de Alemania? El foro no sustituye a las conferencias sobre refugiados, sino que trata el tema de la migración en sentido amplio. Los refugiados tal como están definidos en la Convención de Ginebra preocupan y con razón. Pero no por eso podemos perder de vista a los numerosos otros migrantes y su destino. Por eso, en el marco de nuestra copresidencia queremos dirigir la mirada, sobre todo, hacia los aproximadamente 150 millones de migrantes laborales que existen en el mundo.
La participación en el FMMD es voluntaria, sus resoluciones no son vinculantes. ¿Por qué vale la pena, entonces, participar?
Con un formato de este tipo se logran, a menudo, más avances que exigiendo explícitamente que Estados cumplan con determinadas obligaciones. En el marco del FMMD, los Gobiernos consienten voluntariamente en dar determinados pasos. Ese es un buen punto de partida para seguir avanzando.
“Intereses muy diferentes”
El FMMD trabaja desde 2017 bajo el lema “En la senda hacia un contrato social mundial para las migraciones y el desarrollo”. ¿Cómo podría verse un contrato social de ese tipo?
Con el lema expresamos que deseamos construir un puente y hallar una solución que todos puedan aceptar. En ese proceso debemos tener en cuenta intereses muy diferentes: los de los países de origen y los de los países de destino de la migración, así como las necesidades de los propios migrantes.
¿Qué resultados espera concretamente de la cumbre en Berlín?
Queremos llegar a un equilibrio de intereses y hallar caminos para proteger mejor al grupo de los migrantes irregulares, un grupo particularmente amenazado. En el foco se hallan, sobre todo, los niños. Debemos garantizar su atención médica, educación escolar y de que no sean explotados. A ellos debemos ayudarlos y, simultáneamente, ampliar las posibilidades de migración legal. Según datos de la OCDE, Alemania tiene el sistema de inmigración más liberal del mundo y mantiene las puertas abiertas para la inmigración regular. En otros países, la situación es diferente. Aspiramos a llegar a un acuerdo político a ese respecto.
Clima y migración
¿De qué forma se complementan Marruecos y Alemania en su presidencia conjunta?
Hasta ahora existía una presidencia anual alternada. La brevedad del periodo dificultaba impulsar temas. Junto con Marruecos ejercemos la presidencia ahora durante dos años y tenemos más libertad de acción. Alemania y Marruecos se complementan, en tanto la mayor presión migratoria sobre Europa continúa proviniendo de África. Para 2017 y 2018, ambos países han definido temas prioritarios que también se complementan. En el caso de Alemania, es la migración laboral: Alemania busca personas cualificadas, países como Marruecos tienen una población joven y un déficit en las posibilidades de cualificación profesional. Con ayuda de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) cualificamos a jóvenes marroquíes para el mercado laboral local o los preparamos para una cualificación en Alemania. Marruecos eligió como tema prioritario el clima y la migración. Se explica, porque, luego de la Cumbre de París sobre el Cambio Climático, en Marrakech tuvo lugar otra reunión, en la que se aprobaron medidas concretas. Uno de los temas fueron los movimientos migratorios debidos al cambio climático.
¿Qué papel desempeña el sector privado en el FMMD?
Un importante papel, pero, para reconocerlo, fue necesario un cambio de mentalidad en los países y la sociedad civil. Debemos ver las migraciones como un motor para el desarrollo. Los muchos migrantes laborales en todo el mundo envían dinero a sus países de origen, las “remesas”, que –según los diversos cálculos– llegan a entre 460.000 y 580.000 millones de euros por año. Pero, a menudo, viven y a trabajan en condiciones precarias. Muchas veces, trabajadores itinerantes provenientes de Bangladesh, por ejemplo, deben pagar en la región del Golfo un monto correspondiente a los ingresos de uno o dos años para poder acceder siquiera a un puesto de trabajo. Solo después pueden ganar dinero para ellos mismos y sus familias. Es, por lo tanto, decisivo, que las ofertas de trabajo sean buenas y justas. Y eso no funciona sin la participación activa de los empleadores. Lo que necesitamos son socios sólidos, para sentar estándares. Nuestra idea es poner a disposición, a través de un portal en internet, información sobre estándares y mejores prácticas. Así podremos crear un modelo de referencia para los trabajadores y mostrarles que hay alternativas.
Entrevista de Helen Sibum.