Kafka como liberador de la imaginación
Cómo Franz Kafka sigue influyendo en la literatura latinoamericana actual, 100 años después de su muerte.
La escritora argentina Samanta Schweblin, residente en Berlín, mencionó en una ocasión: “Kafka ha influido en todos nosotros”, expresó. La influencia de Kafka en los escritores latinoamericanos comenzó durante su vida y persiste hasta el día de hoy. Estos son solo algunos ejemplos de la extensa historia de fascinación por Kafka en América Latina.
Jorge Luis Borges: relación de una persona con un orden superior
Jorge Luis Borges (1899-1986) fue uno de los primeros escritores latinoamericanos en dedicarse intensamente al estudio de Kafka. El poeta y escritor argentino escribió varios ensayos sobre el autor y tradujo numerosos de sus relatos. Para Borges, Kafka era “el gran escritor clásico” de nuestro “siglo atormentado”, capaz de describir con un lenguaje claro sentimientos que muchos reconocían en sus sueños, o más bien en sus pesadillas. Borges se sentía particularmente fascinado por un tema “típicamente” kafkiano: la relación entre un individuo y una autoridad superior cuyas leyes son enigmáticas, ya se trate de un tribunal, como en “El proceso”, de un emperador o simplemente del cosmos. La influencia de Kafka puede apreciarse en algunos relatos del autor argentino, tales como “El camino de Almotásim” o “La biblioteca de Babel”.
Juan José Arreola: El motivo kafkiano del viaje imposible
El relato más conocido del escritor mexicano Juan José Arreola (1918-2001) titulado “El guardagujas”, sugiere una alusión a esos motivos kafkianos del viaje imposible o el obstáculo insuperable. Arreola narra la historia de un desconocido que llega a una estación de ferrocarril abandonada. Su tren no llega. De repente, un viejo empleado del ferrocarril aparece y aconseja al cada vez más desconcertado viajero alojarse en la posada durante un mes, y le habla del sistema ferroviario del país: los trenes no tienen horarios fijos, en algunos lugares las vías son “sólo dos líneas de tiza en el suelo”, algunas estaciones son sólo maquetas en medio de la selva.
Augusto Monterroso: fábulas enigmáticas e irónicas
A pesar de que Kafka describe la “alimaña” en que se transforma Gregor Samsa, el protagonista de “La metamorfosis”, como un “escarabajo” o “escarabajo pelotero”, en los países de habla hispana se suele referir a Samsa como una “cucaracha”. Y esta cucaracha también tiene una historia destacada en América Latina.
Uno de los capítulos fue escrito por el autor guatemalteco Augusto Monterroso (1921-2003). Al igual que Kafka solía hacer, Monterroso compuso textos breves que a menudo se asemejan a fábulas enigmáticas o irónicas. En “La cucaracha soñadora” leemos: “Érase una vez una Cucaracha llamada Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha llamada Franz Kafka que soñaba que era un escritor que escribía acerca de un empleado llamado Gregorio Samsa que soñaba que era una Cucaracha”.
Clarice Lispector: la crisis existencial de una mujer
En “La pasión según G. H.”, obra de la escritora ucraniano-brasileña Clarice Lispector (1920-1977), también interviene la figura de una cucaracha. El New York Times, en una ocasión, describió a Lispector como “el equivalente de Kafka en la literatura latinoamericana”. La novela describe la crisis existencial que sufre una mujer después de aplastar accidentalmente a una cucaracha con la puerta de un armario.
Gabriel García Márquez: realismo mágico
En particular, “La Metamorfosis” de Kafka tuvo una relevancia significativa en la configuración de la literatura latinoamericana durante del siglo XX. Así lo demuestra el caso de Gabriel García Márquez (1927-2014). Cuando el escritor colombiano y Premio Nobel aún era estudiante de Derecho, se topó con la peculiar historia de Gregor Samsa. Se cuenta que, tras su lectura, García Márquez pensó: “¡Maldita sea, así hablaba mi abuela!”. Y también: “Así que se puede hacer.”. Con esto se refería a la idea de narrar una historia con sucesos sobrenaturales como si éstos fueran completamente normales.
Se dice que poco después, García Márquez escribió su primer relato. Años más tarde, publicó la obra maestra “Cien años de soledad”, donde los eventos fantásticos se presentan como parte de la cotidianidad. Esta novela tuvo una influencia significativa en el desarrollo del “realismo mágico” en América Latina.
E incluso hoy, 100 años después de la muerte de Kafka, la fascinación por este escritor no cesa. Los autores más jóvenes también se inspiran en él. Los textos de Sandra Rosas, poeta mexicana nacida en 1977, entrelazan reflexiones sobre la feminidad y la violencia misógina con enigmáticas escenas oníricas. El mexicano José Pergentino (nacido en 1981) escribe en español y en la lengua indígena Loxicha. Sus relatos fusionan leyendas con la actualidad, mezclando realismo con sucesos fantasmagóricos. José: “Me atrae lo kafkiano y esos espacios confinados donde uno busca su lenguaje interior.”