“Actuar decididamente”
Tras el ataque en Hanau, la sociedad civil y el mundo académico exigen que se tomen medidas enérgicas contra el extremismo de derecha.
Con gran consternación y solidaridad reaccionaron políticos y la sociedad civil en Alemania a los asesinatos en Hanau. El jueves pasado, un alemán de 43 años mató a tiros en esa ciudad a nueve personas. Luego asesinó también a su madre y se suicidó. De acuerdo con lo que se sabe hasta ahora, el autor del ataque, un tirador deportivo, tenía ideas racistas y era un enfermo mental. Diez mil personas participaron el domingo en Hanau en una marcha de duelo, dando una señal por la tolerancia y contra la xenofobia. En la radio y la TV, la prensa, los medios sociales, en toda Alemania se desarrolla actualmente un amplio debate acerca de cómo hacer frente al racismo. Muchos miembros de la sociedad civil y el mundo académico exigen medidas enérgicas contra el extremismo de derecha. Algunas de las voces más importantes:
Claus Leggewie, politólogo, dijo a la revista “Migazin”: “Para que sea una democracia capaz de defenderse falta la decidida reacción del Estado y los tribunales ante las amenazas y los actos de violencia. (…) No basta con dirigirse a la sociedad civil y llamar a la cohesión. Björn Höcke, del partido político AfD, insulta justamente esa sociedad civil y la califica de 'pantano que debe ser desecado'. No es otra cosa que una amenaza de violencia. Las fuerzas de seguridad deben actuar decididamente e imponer el monopolio legítimo de la violencia que posee el Estado”.
Sebastian Fiedler, de la Asociación de Funcionarios Alemanes de Investigación Criminal, habló en la radio Deutschlandfunk acerca de las interrelaciones: “Sobre todo, creo que debemos señalar que las tareas que tenemos por delante aquí no son solo tareas de las autoridades de seguridad, sino que ahora van mucho más allá. Van desde los delitos motivados por el odio, pasando por discutir la estrategia del partido AfD, hasta debatir sobre las interrelaciones, es decir, qué tiene que ver lo uno con lo otro. Y las autoridades de seguridad deben estar capacitadas para lidiar con ello. Pero señalando solo uno de los segmentos nos quedamos cortos”.
Sebastian Wehrhahn, sociólogo, describe en el periódico “taz” la complejidad del desafío: “La hipótesis de que fue un atacante solitario es políticamente incorrecta y contraproducente desde el punto de vista de la investigación. Esa perspectiva deja de lado antecedentes, perpetradores y cómplices. Además, no desbarata estructuras y libera de su responsabilidad a responsables políticos. En cuanto a la interpretación política, me parece importante señalar que la trivialización del terror de derecha conforma una unidad con la teoría de los extremismos que iguala a la izquierda con la derecha”.
Hajo Funke, investigador del extremismo, interpreta en el periódico Berliner Zeitung la frase de Angela Merkel “El racismo es un veneno”: “Entiendo la frase de la siguiente manera: la prédica pública que partidos políticos hacen del racismo y los resentimientos envenena la atmósfera de la coexistencia. Por ello existe una enorme responsabilidad política. Esa frase tiene un enorme contenido”.
Karolin Schwarz, periodista, autora del libro “Hasskrieger. Der neue globale Rechtsextremismus” (“Los guerreros del odio. El nuevo extremismo global de derecha”), en el marco de una entrevista que dio a la radio rbb respondió así a la pregunta de si el ataque en Hanau puede llevar a que reaccionemos en forma más sensible a diversas formas de extremismo de derecha: “Eso espero. Pero eso debe ser entendido también por toda la sociedad. No fue un ataque contra extraños. Fue un ataque contra nuestros vecinos, amigos y familiares, gente que nos rodea”.