Rap alemán sin fronteras
Por qué el hip-hop de Heidelberg es patrimonio cultural inmaterial y también un ejemplo de interconexión europea.
El hip-hop de Heidelberg es patrimonio cultural inmaterial desde 2023. Bryan Vit redactó la solicitud que se envió a la Comisión Alemana para la UNESCO. En una entrevista, el investigador nos cuenta qué hace especial al hip-hop de Heidelberg y cómo sus creadores establecieron conexiones con otros artistas de Europa y fuera de ella.
Sr. Vit, ¿qué convierte al hip-hop de Heidelberg en patrimonio cultural?
El patrimonio cultural inmaterial incluye tradiciones y modos de expresión transmitidos oralmente, formas artísticas de representación, costumbres sociales, festivales y rituales. El hip-hop, con sus elementos de rap, DJing, graffiti, breakdance, lenguaje y costumbres de la calle –la idea de cuestionarse a uno mismo y a su entorno– encaja maravillosamente en este concepto.
¿Por qué precisamente Heidelberg?
Heidelberg es uno de los centros del hip-hop en Alemania, pero no el único. Lo especial de Heidelberg es que allí se trata del hip-hop en su conjunto, mientras que en otras ciudades destacan uno u otros aspectos del mismo, como el rap o el graffiti. En Heidelberg siempre se ha cultivado la idea de conjunto. Lo que nos lleva a los esfuerzos actuales por crear un archivo de hip-hop para transmitir esta idea.
¿Cómo y cuándo empezó el hip-hop en Heidelberg?
A principios de la década de 1980 hubo un gran auge del breakdance en Alemania, que pronto volvió a apagarse, pero continuaron algunos grupos pequeños. En Heidelberg había unas 15 personas. Juntos iban a jams de hip-hop en Alemania, Suiza, Austria e, incluso, Francia. De este grupo de Heidelberg salió en 1987 la banda “Advanced Chemistry”, que al principio rapeaba en inglés. Uno de sus miembros, Torch, empezó a improvisar raps en alemán en los descansos de los conciertos. Hasta entonces, era impensable rapear en alemán, porque el modelo a seguir era el rap en inglés de EE. UU. Pero durante estas pruebas espontáneas, la banda se dio cuenta de que la respuesta del público era aún mayor; la gente entendía mucho mejor lo que querían transmitir.
¿Estaba y está el hip-hop alemán conectado internacionalmente?
Sí, una de las respuestas más frecuentes cuando se pregunta a los pioneros es: “No nos considerábamos hip-hop alemán, era hip-hop europeo”. Éramos como una familia, la formación nacional llegó tiempo después. Estaba, por ejemplo, la formación “La Connessione”, formada por los Toni-L de Heidelberg y otros grupos y artistas de Bélgica e Italia. Estas conexiones y amistades se han mantenido hasta la actualidad. Los estrechos vínculos con el hip-hop neoyorquino también son propios de Heidelberg.
¿Cómo surgió la idea de proponer el hip-hop de Heidelberg como patrimonio cultural?
La iniciativa partió de los Archivos de la Ciudad de Heidelberg, impulsada por la iniciativa local de hip-hop. Además de trabajar en un archivo de hip-hop, ahora se está planeando la creación de una institución cultural que dé un hogar al hip-hop. En ella se podrá documentar, investigar y transmitir esta cultura.
¿Qué esperan de la declaración como patrimonio cultural?
Creemos que nos abrirá muchas puertas. Es una clave para despertar el interés por el hip-hop en personas que hasta ahora no han tenido contacto con él. La etiqueta patrimonio cultural deja claro que merece la pena comprometerse con esta forma de cultura.
¿No se contradice el hip-hop, libre y autodeterminado, con el sello oficial de patrimonio cultural?
No, también es parte del crecimiento de la propia cultura. Este año celebramos los 50 años del hip-hop –en 1973 un DJ neoyorquino inventó el break beat en una fiesta– y nuestros pioneros y pioneras de Heidelberg también están llegando a una edad en la que ya no pueden seguir activos en la industria del entretenimiento. Así que también se trata de encontrar maneras de que la gente envejezca con dignidad en el hip-hop. Y eso pasa por crear espacios en los que estas personas, que tienen una experiencia y unos conocimientos increíbles, puedan transmitir su legado.
¿Hay iniciativas similares en otros países? ¿Les han solicitado sus servicios como asesor?
Sí, de hecho hemos asesorado a representantes de la administración cultural de Seine-Saint-Denis, en París, que quieren crear un museo del grafiti. Y hace poco estuvimos en una conferencia en el Reino Unido hablando con gente de todo el mundo que se dedica a crear archivos y registros de hip-hop. Ya hay un archivo en la Universidad Cornell de Nueva York y otro en Toronto, y en Colombia se puede ver una exposición de hip-hop en un museo nacional.