Reinvención de la antigua región carbonera
La Cuenca del Ruhr, marcada por la minería del carbón, constituyó el corazón de la industria alemana. Aquí descubrirás cómo ha cambiado la región.
Prácticamente ninguna otra región ha cambiado tan radicalmente en las últimas décadas como la Cuenca del Ruhr, en el oeste de Alemania: de ser una región del carbón y el acero ha pasado a convertirse en una región metropolitana que quiere modelar la economía del mañana. La nueva Cuenca del Ruhr está considerada un modelo de transformación de los paisajes industriales.
¿Dónde se encuentra la Cuenca del Ruhr?
La Cuenca del Ruhr está situada en el oeste de Alemania, principalmente en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia. En la actualidad, más de cinco millones de personas viven allí en más de 50 ciudades, lo que convierte a la “ciudad de ciudades” en una de las mayores metrópolis de Europa. Las tres ciudades más importantes de esta región metropolitana son Dortmund, Essen y Duisburgo, cada una con más de 400.000 habitantes. La región abarca una superficie total de unos 4.500 kilómetros cuadrados, por la que discurre el río Ruhr, que le da nombre.
¿Por qué la Cuenca del Ruhr fue en su día un centro de la industria pesada?
A partir del siglo XIX, la Cuenca del Ruhr protagonizó una impresionante historia de éxito. Debido a sus yacimientos naturales de carbón y mineral de hierro, la región fue durante muchas décadas el corazón del auge industrial alemán, y sus numerosas empresas productoras de carbón y acero crearon puestos de trabajo y prosperidad. Su ubicación geográfica en el corazón de Europa y un sistema de transporte bien desarrollado con ríos, canales y vías ferroviarias facilitaban el comercio y el transporte de materias primas y productos.
¿Qué significó el fin de la industria del carbón para la Cuenca del Ruhr?
A finales de los años 50, la industria del carbón ya atravesaba una profunda crisis: una tras otra, las minas se vieron obligadas a cerrar. En la actualidad, el adiós definitivo al carbón es también un signo de la transformación de Alemania en un país industrializado climáticamente neutro. A finales de 2018 cerró sus puertas la última de las que antaño fueron cientos de minas de carbón. “Aquí finaliza un capítulo de la historia alemana”, declaró entonces el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. En el marco de la transición energética hacia el uso de energías renovables, Alemania se ha propuesto acabar pronto con la producción de carbón, incluido el lignito. La Cuenca del Ruhr tuvo que reinventarse a sí misma como consecuencia de la transformación iniciada hace décadas.
¿Qué caracteriza hoy a la Cuenca del Ruhr?
La Cuenca del Ruhr es un baluarte universitario: esta región más bien pequeña cuenta con 22 universidades, una densidad como en ningún otro lugar de Alemania. La estrecha interrelación entre empresa y ciencia constituye también la base de una dinámica cultura de start-ups.
La economía creativa es un importante sector económico. Ciudades como Essen, Dortmund y Bochum son centros de arte, cultura y creatividad. La Zeche Zollverein de Essen, una antigua mina de carbón, es especialmente conocida. La mina fue fundada en 1847 y se convirtió en una de las mayores y más modernas minas de carbón de Europa. La arquitectura y la instalación industrial de la Zeche Zollverein están consideradas ejemplos destacados del estilo Bauhaus y de la arquitectura industrial del siglo XX. En el año 2001, la Zeche Zollverein fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO y actualmente constituye un complejo cultural e industrial con museos, exposiciones, restaurantes y locales para eventos.
¿Cómo de verde es la Cuenca del Ruhr?
Cualquiera que visite la región, antaño dominada por humeantes chimeneas de carbón, se sorprenderá de lo verde que es hoy la Cuenca del Ruhr. Según un estudio realizado en 2021 por el prestigioso Instituto Wuppertal para la Asociación Regional del Ruhr, la región también puede ser un referente mundial. Manfred Fischedick, científico jefe del Instituto, describió el objetivo de la siguiente manera: “Si la metrópoli del Ruhr es capaz de llevar a cabo el proceso de transformación de forma ambiciosa y selectiva, puede convertirse en una región modelo ejemplar para muchas regiones metropolitanas industrializadas de todo el mundo, con una industria siderúrgica climáticamente neutra, masas de agua ampliamente renaturalizadas y una fuerte economía medioambiental.”
