Materiales que cambian el mundo
Un corte que se repara solo, hormigón que aglutina dióxido de carbono: los investigadores de Alemania trabajan en materiales revolucionarios.

Un lugar de innovación para los supermateriales
Verdaderos todoterrenos: los aerogeles no solo son moldeables, resistentes a altas temperaturas y conductores de electricidad, sino también sostenibles, ya que se fabrican a partir de materias primas renovables. Estos materiales, conocidos como materiales nanoestructurados de poros abiertos, pueden contener hasta un 99 % de aire. Tienen una amplia gama de aplicaciones, desde el aislamiento térmico y acústico hasta el almacenamiento de energía y los envases biodegradables. Por eso resulta tan sorprendente que hasta ahora apenas se haya dado un uso comercial a estos supermateriales. Pero esto va a cambiar: en Jülich, la fábrica Aerogel Launch Factory (ALF) es un centro que apoya a start-ups y empresas en el desarrollo de aerogeles. Es un proyecto del Instituto de Investigación de Materiales del Centro Aeroespacial Alemán (DLR en sus siglas en alemán).
Revolución en la industria de la construcción
El material de construcción ecológico del futuro: los investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnologías y Sistemas Cerámicos (IKTS en sus siglas en alemán) han desarrollado un biohormigón innovador. A diferencia del hormigón convencional, en la producción de este biohormigón no solo no se produce dióxido de carbono, sino que este gas nocivo para el clima se utiliza activamente en el proceso de fabricación. Para producir este material biogénico, los investigadores apuestan por las cianobacterias, también conocidas como bacterias azul verdosas. Estas bacterias, que crecen mediante fotosíntesis, forman estructuras estables con materiales como arena o materias primas renovables: la base del biohormigón.

Como la piel humana: un material autorreparable
Inspirado en la naturaleza: investigadores de la Universidad Aalto de Finlandia y de la Universidad de Bayreuth, en el sur de Alemania, han desarrollado conjuntamente un hidrogel que se autorrepara de forma similar a la piel humana. Al cabo de cuatro horas, un corte —por ejemplo, en una superficie que contenga el hidrogel— es casi invisible. A las 24 horas, se ha reparado completamente. Su descubrimiento podría cambiar radicalmente el desarrollo de nuevos materiales en los campos de la medicina, la robótica y la cicatrización de heridas. “Este trabajo es un ejemplo emocionante de cómo nos inspiran los materiales biológicos a descubrir nuevas combinaciones de propiedades para los materiales sintéticos”, afirma el profesor Olli Ikkala, de la Universidad Aalto. “Podemos imaginar robots con una piel resistente y autorreparable o tejidos sintéticos que se reparan por sí mismos”.
